A pocos días de la votación anual en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba, el embajador cubano en México, Marcos Rodríguez Costa, expresó su confianza en que la comunidad internacional mantendrá su rechazo casi unánime a la medida, que calificó como “injusta e inhumana”.
El diplomático agradeció la “histórica solidaridad de México”, tanto durante el gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador como en el actual de Claudia Sheinbaum Pardo, y destacó la colaboración bilateral en materia energética y sanitaria.
“En la actual coyuntura de particular complejidad reiteramos nuestra eterna gratitud a todos los países que se levantan hoy con Cuba contra el bloqueo”, declaró Rodríguez Costa en conferencia de prensa ofrecida en la Ciudad de México.
Presiones diplomáticas y voto en la ONU
El próximo miércoles, la Asamblea General de la ONU volverá a votar la resolución que cada año demanda el fin del bloqueo estadounidense, una política vigente desde hace más de seis décadas. En las últimas ediciones, la resolución ha sido aprobada casi por unanimidad, con los únicos votos en contra de Estados Unidos e Israel.
El embajador señaló que, aunque el gobierno de Washington ha intensificado su campaña diplomática para convencer a algunos países de modificar su voto, Cuba confía en mantener el respaldo internacional.
“La campaña de Estados Unidos está presente y se ha mantenido en las últimas semanas con una gran presión contra los Estados participantes. Pero la gran mayoría reafirmará su compromiso con la igualdad soberana de los Estados, la no injerencia y la libertad de comercio”, subrayó el representante cubano.
El impacto económico y social del bloqueo
Rodríguez Costa presentó cifras que muestran los daños materiales ocasionados por el bloqueo entre el 1 de marzo de 2024 y el 28 de febrero de 2025, estimados en 7 mil 556.1 millones de dólares, según datos oficiales del gobierno cubano.
El diplomático detalló ejemplos del costo humano y económico de esta política:
- 16 días de bloqueo equivalen al financiamiento anual del cuadro básico de medicamentos (339 millones de dólares).
- Las pérdidas de dos días, estimadas en 40 millones de dólares, bastarían para subvencionar todo un año de transporte público en la isla.
- Dos horas de bloqueo representan el costo de los tratamientos de psiquiatría, neurología y cardiología (1.4 millones de dólares).
- Seis días bastarían para cubrir todos los insumos y materiales médicos requeridos por el sistema nacional de salud.
“Faltaría a la verdad quien no reconozca que el bloqueo es hoy el principal obstáculo para el desarrollo del país. Debemos mejorar muchas cosas internamente, pero esta medida nos asfixia en lo más esencial: la salud, la energía y el bienestar de nuestra gente”, afirmó Rodríguez Costa.
Relación con México: cooperación por encima de la política
El embajador cubano destacó la colaboración energética y sanitaria con México, la cual —dijo— se ha mantenido sin interrupciones entre ambos gobiernos.
Mencionó los envíos de combustibles que ayudan a Cuba a enfrentar la crisis energética, así como los convenios médicos mediante los cuales brigadas cubanas prestan servicios en zonas rurales de México con difícil acceso a atención sanitaria.
En respuesta a las críticas de algunos legisladores mexicanos que se oponen al envío de petróleo a la isla, el diplomático fue enfático:
“Lo que tenemos que escuchar es lo que diga la presidenta. Hay una relación de muchos años entre Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) con Cuba. No todos en el parlamento están de acuerdo con la 4T ni con Cuba, pero lo importante es ver qué hace México por Cuba y qué Cuba hace por México”.
Aseguró que la relación bilateral trasciende las diferencias partidistas, y que ambos países mantienen una agenda común basada en solidaridad, cooperación y respeto mutuo.
Más allá del embargo: nuevas presiones internacionales
Rodríguez Costa también denunció la inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo, una designación impulsada por Washington que, según el diplomático, profundiza las restricciones financieras y comerciales contra la isla.
Asimismo, señaló que el gobierno estadounidense ha intensificado su presión sobre los países que mantienen convenios con brigadas médicas cubanas, buscando que estos acuerdos sean cancelados.
“Es una ofensiva diplomática y mediática contra los logros solidarios de Cuba. No quieren que nuestros médicos sigan ayudando a otros pueblos porque eso contradice la narrativa de aislamiento que intentan imponer”, comentó.
El apoyo de la comunidad internacional
Desde 1992, la Asamblea General de la ONU ha aprobado de forma casi unánime la resolución titulada “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”. En 2023, 187 países votaron a favor, solo dos en contra (Estados Unidos e Israel) y uno se abstuvo.
Todo apunta a que la votación de este año repetirá ese patrón, consolidando el aislamiento diplomático de Washington frente al consenso mundial que considera al bloqueo una violación al derecho internacional y a los principios de la Carta de la ONU.
La posición de Cuba ante la ONU refleja más que un reclamo político: es una exigencia de justicia y soberanía nacional, respaldada por la mayoría de la comunidad internacional.
Mientras Estados Unidos mantiene el bloqueo más prolongado de la era moderna, la isla busca resistir y reconstruir sus lazos globales con el apoyo de países aliados como México.
La votación del miércoles será, una vez más, una prueba del consenso internacional frente a las políticas unilaterales y del compromiso de los países que defienden la cooperación, la autodeterminación y la dignidad de los pueblos.


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