La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aterrizó este miércoles en Tegucigalpa, Honduras, para participar en la IX Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), marcando así su segundo viaje internacional desde que asumió el cargo.
Acompañada por el secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, la mandataria llega con una misión clara: fortalecer el diálogo y la unidad entre las naciones latinoamericanas en un contexto geopolítico que exige cooperación regional más sólida que nunca.
Un viaje relámpago pero con peso diplomático
Aunque su estadía será breve—de apenas unas horas—la participación de Sheinbaum tiene un peso simbólico y diplomático clave. En palabras de la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez:
“La presidenta ha comentado que uno de los planteamientos que hará en la cumbre es que haya más pláticas para la integración de América Latina y el Caribe.”
Este encuentro, al que asisten presidentes como Lula da Silva (Brasil), Gustavo Petro (Colombia), Miguel Díaz-Canel (Cuba), y Yamandú Orsi (Uruguay), será además escenario del traspaso de la presidencia pro témpore de la Celac de Honduras a Colombia.
Latinoamérica se une: ¿qué está en juego?
La Celac se ha convertido en un espacio fundamental para la concertación política de América Latina y el Caribe. Más allá de discursos protocolares, en este foro se negocian posiciones comunes frente a potencias mundiales y se abren canales para la cooperación multilateral.
En esta edición, Honduras presentará un repositorio histórico de la Celac, una plataforma que reunirá la documentación y memoria de las presidencias anteriores del organismo, consolidando su rol como mecanismo de integración regional.
Para Sheinbaum, esta participación también representa la continuidad de una agenda exterior centrada en el multilateralismo y en reforzar la imagen de México como un actor clave en la región.
De Brasil a Honduras: la agenda exterior de Sheinbaum se activa
Este viaje marca el segundo destino internacional de Sheinbaum, luego de su visita a Brasil en noviembre pasado para asistir a la Cumbre del G20 en Río de Janeiro. En ambos eventos, su discurso ha sido consistente: promover el diálogo, fortalecer alianzas regionales y presentar a México como una voz activa en temas globales.
Su presencia en la Celac, aunque breve, es también una muestra de su compromiso con la política exterior latinoamericana, que históricamente ha sido una prioridad para los gobiernos progresistas del país.
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