En un evento reciente, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, brindó detalles sobre una de las reformas más debatidas en el panorama político nacional: la desaparición de varios órganos autónomos. Este anuncio se da en el contexto de la discusión que los diputados de la bancada de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) llevarán a cabo en relación con la transformación de estas entidades.
La reforma propuesta tiene como objetivo fusionar algunos de los principales organismos autónomos con dependencias federales, lo que, según la mandataria, no solo busca mejorar la eficiencia, sino también garantizar mayor transparencia y control ciudadano sobre su funcionamiento.
¿Qué organismos autónomos serán afectados?
La reforma plantea una reestructuración de organismos como la Comisión Reguladora de Energía (CRE), el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
En el caso de la CRE, que ha sido un organismo autónomo con presupuesto propio, la intención es integrarlo a la Secretaría de Energía, lo que implicaría que las funciones y recursos de la CRE sean absorbidos por esta dependencia. Sheinbaum subrayó que, aunque el presupuesto y las funciones de la CRE pasarían a la Secretaría de Energía, la independencia técnica de la entidad se mantendría.
“No es lo mismo un organismo autónomo que tiene independencia total, incluso presupuestal, a que tenga independencia técnica dentro de una dependencia federal”, explicó Sheinbaum.
La creación de un área especial para la competencia económica
La reforma también incluye la fusión de la Cofece y el IFT con la Secretaría de Economía, que está dirigida por Marcelo Ebrard. Con esta medida, el gobierno busca crear un organismo descentralizado con independencia técnica que asegure una competencia justa en los mercados. La intención es también fortalecer las políticas antimonopolios para fomentar un entorno más equitativo en el ámbito económico.
Según la presidenta, esta reestructuración no es única de México. Se basa en un modelo similar al de otros países como Estados Unidos, donde los organismos autónomos operan dentro de una estructura gubernamental que preserva su autonomía técnica.
El futuro del INAI: ¿desaparición o transformación?
Uno de los temas más polémicos de la reforma ha sido la desaparición del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI). Sheinbaum fue tajante al anunciar que, a diferencia de otros organismos autónomos, el INAI no se fusionará con ninguna dependencia, sino que desaparecerá. Sin embargo, la función del INAI será asumida por una nueva área especial dentro de la Secretaría Anticorrupción y de Buen Gobierno.
El objetivo de esta reestructuración es garantizar que la protección de datos y la transparencia sigan siendo prioridad en el gobierno mexicano, pero sin los “grandes gastos” asociados al mantenimiento de un organismo autónomo, como lo ha señalado Sheinbaum.
“El INAI sí desaparece, pero se mantienen los principios que formalmente constituyeron al INAI, con una estructura más simple y eficiente”, dijo la presidenta.
Un cambio en la estructura del gobierno mexicano
Este proceso de reforma busca una mayor eficiencia en el uso de recursos públicos, además de permitir un control más cercano y transparente por parte de los ciudadanos. Según Sheinbaum, se mantiene “el espíritu original” de los órganos autónomos, pero con la necesidad de adaptarlos a las nuevas realidades y a los compromisos internacionales, sin perder la soberanía de México.
“Se garantiza que los principios fundamentales de competencia económica y transparencia sigan siendo la base, pero con un enfoque más adaptado a las necesidades del país”, concluyó la mandataria.
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