La red oculta tras la maternidad subrogada ilegal
Entre las sombras de una ciudad vietnamita, operaba una compleja red internacional dedicada a la gestación subrogada ilegal, que explotaba a mujeres vulnerables con falsas promesas y contratos opacos. Wang, un ciudadano chino, lideraba la organización desde un entramado de identidades falsas y comunicaciones cifradas para evitar ser detectados por las autoridades.
Mujeres vulnerables y bebés rescatados
La policía vietnamita logró rescatar a 11 bebés, con edades entre nueve días y tres meses, quienes habían nacido fruto de embarazos llevados a cabo en condiciones precarias y bajo presión. Las madres, en su mayoría mujeres económicamente desfavorecidas, eran reclutadas y trasladadas a China o Camboya para el procedimiento de implantación de embriones, antes de regresar a Vietnam para culminar su embarazo.
Regulación estricta y delito penal
Aunque la maternidad subrogada está permitida en Vietnam bajo regulaciones estrictas y únicamente con fines humanitarios, la subrogación comercial sigue siendo ilegal y penada por la ley. Esta red criminal ignoraba estas disposiciones, operando bajo la apariencia de legalidad mientras lucraba con la vida de mujeres y niños.
Cómo operaba la red de Wang
La operación coordinada, bajo la supervisión del viceministro Nguyen Van Long, permitió arrestar a varios involucrados, incluyendo a Quach Thi Thuong, alias Coca y Pepsi en la plataforma Zalo. Thuong organizaba desde la selección de madres subrogadas hasta la documentación legal, pasando por la logística hospitalaria, y recibía pagos mensuales por su función.
Dinámica de pagos y explotación económica
Cada gestante recibía pagos que iban desde los 11,000 hasta los 14,700 dólares por embarazo, divididos en bonos por etapas: transferencia exitosa de embriones, estipendios mensuales durante la gestación y un pago final al nacimiento. Las deducciones por edad avanzada o partos prematuros demostraban la fría contabilización económica que padecían estas mujeres.
Seguridad y modus operandi de los criminales
Para evitar detección, los integrantes de la red vivían en apartamentos de lujo con seguridad estricta y cambiaban constantemente de ubicación. La investigación también capturó a tres chinos que intentaban recoger a un bebé en Vietnam, reforzando el carácter transnacional del delito.
El destino de los bebés y la atención estatal
Los niños rescatados están ahora bajo cuidado de un refugio especial respaldado por la Unión de Mujeres de Vietnam y el Ministerio de Salud, que junto con el Fondo de Protección Infantil, garantizan su bienestar y atención médica.
La lucha contra la trata y la explotación reproductiva
Este caso evidencia la necesidad de fortalecer los mecanismos legales y sociales para prevenir la explotación de mujeres y el tráfico infantil. La colaboración internacional y la vigilancia tecnológica resultan cruciales para desmantelar estas redes y proteger a los más vulnerables.


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