Ucrania acusa a Rusia de haber atacado deliberadamente con un dron a un buque civil turco que transportaba aceite de girasol rumbo a Egipto, en un nuevo episodio que eleva la tensión en el mar Negro y reaviva las preocupaciones sobre la seguridad de la navegación comercial en medio del conflicto armado entre ambos países.

La acusación fue hecha pública por la marina ucrania, que aseguró que el ataque ocurrió en mar abierto y fuera del alcance de los sistemas de defensa antiaérea de Kiev, lo que, según las autoridades, constituye una violación directa de las leyes marítimas internacionales y de los principios que protegen a la navegación civil.
Detalles del ataque al buque civil turco
De acuerdo con un comunicado difundido por la armada de Ucrania a través de Telegram, el buque atacado se llama Viva y transportaba aceite de girasol con destino final a Egipto. A bordo viajaban 11 ciudadanos turcos, quienes, según la información oficial, no resultaron heridos tras el impacto del dron.
La marina precisó que el ataque se produjo dentro de la zona económica exclusiva de Ucrania, en aguas abiertas del mar Negro. Tras el incidente, el barco pudo continuar su travesía sin sufrir daños estructurales graves, y las autoridades ucranias afirmaron que mantienen contacto permanente con el capitán de la embarcación.
Para Kiev, este hecho demuestra que Moscú estaría ampliando deliberadamente sus objetivos más allá de instalaciones militares, afectando también a la navegación comercial internacional, con posibles repercusiones diplomáticas y económicas.
Violación del derecho marítimo internacional
Las autoridades ucranias subrayaron que el ataque constituye una violación del derecho marítimo, ya que el buque no tenía carácter militar ni estaba involucrado en actividades relacionadas con el conflicto. En su mensaje, la marina acusó a Rusia de ignorar las normas que protegen a los buques civiles neutrales, especialmente aquellos pertenecientes a países que no participan directamente en la guerra.
Este tipo de incidentes, advirtió Kiev, no solo pone en riesgo vidas humanas, sino que también amenaza la estabilidad del comercio global, particularmente en una región clave para la exportación de granos y aceites vegetales hacia África y Medio Oriente.
Contexto: ataques a puertos y buques turcos
El ataque al buque Viva ocurrió apenas un día después de que Rusia lanzara ofensivas contra dos puertos ucranios, según informó la marina de Ucrania. En esos ataques resultaron dañados tres buques de propiedad turca, uno de los cuales sufrió un incendio de gran magnitud.
Estos episodios refuerzan la preocupación de Turquía y de otros actores internacionales sobre la seguridad de sus embarcaciones comerciales que operan en el mar Negro, una ruta estratégica para el comercio de energía y alimentos.
La repetición de incidentes que involucran a buques turcos añade un componente diplomático sensible, dado el papel de Turquía como mediador en distintos momentos del conflicto y como actor clave en acuerdos relacionados con la exportación de granos.
La amenaza de aislar a Ucrania del mar
Según la marina ucrania, estos ataques se producen después de que Moscú amenazara públicamente con “aislar a Ucrania del mar”. La advertencia rusa llegó tras una serie de ataques atribuidos a Kiev contra tres petroleros de la llamada “flota en la sombra”, que se dirigían a Rusia para exportar petróleo y eludir sanciones internacionales.
En este contexto, Ucrania sostiene que Rusia estaría respondiendo con una estrategia de presión marítima, buscando disuadir tanto a Ucrania como a terceros países de mantener operaciones comerciales en la región.
Impacto en la navegación y el comercio internacional
Analistas señalan que ataques contra buques civiles pueden tener consecuencias profundas en los mercados internacionales. El mar Negro es una vía esencial para el transporte de alimentos, energía y materias primas, y cualquier incremento en el riesgo puede traducirse en mayores costos de seguros, retrasos logísticos y alzas en los precios globales.
Para Ucrania, estos hechos refuerzan su llamado a la comunidad internacional para reforzar la protección de la navegación civil y aumentar la presión diplomática contra Moscú. Kiev insiste en que permitir este tipo de ataques sin consecuencias sentaría un precedente peligroso para el comercio marítimo mundial.

El ataque denunciado por Ucrania contra un buque civil turco marca un nuevo punto de tensión en el conflicto con Rusia y pone nuevamente bajo escrutinio la seguridad del mar Negro. Aunque no se reportaron víctimas, el incidente subraya la fragilidad de las rutas comerciales en una zona cada vez más militarizada. A medida que continúan los enfrentamientos y las amenazas de aislamiento marítimo, crece la preocupación internacional por el impacto que esta guerra puede tener más allá del campo de batalla, afectando directamente al comercio global y a países que, como Turquía, buscan mantenerse al margen del conflicto.


TE PODRÍA INTERESAR