El pasado 7 de noviembre, un llamado de emergencia en Independence, Misuri, culminó en una tragedia que dejó perpleja a la comunidad local y a la nación entera. La muerte de Maria Pike, de 34 años, y su bebé de dos meses, Destinii Hope Pike, en un enfrentamiento con la policía, plantea serias dudas sobre los protocolos empleados en situaciones de crisis.
La escena tuvo lugar en los apartamentos Oval Spring, donde la policía respondió a un reporte de altercado doméstico realizado por Talisa Coombs, abuela paterna de la niña. Lo que comenzó como una intervención para resolver un conflicto familiar escaló rápidamente, resultando en un desenlace mortal.
Últimos minutos captados en cámara
La policía de Independence publicó un video editado de las cámaras corporales de los oficiales involucrados, ofreciendo un vistazo parcial a los eventos. En las imágenes, Pike permanece dentro de un armario, sosteniendo a su hija, mientras los agentes intentan persuadirla para que entregue al bebé.
Tras salir del armario, Pike toma un cuchillo de cocina, levantándolo mientras avanza hacia los oficiales con la bebé aún en brazos. Fue entonces cuando uno de los agentes disparó, matando a ambas. Sin embargo, el video no incluye el momento exacto del disparo, un detalle que ha suscitado fuertes críticas.
¿Se pudo evitar el uso de fuerza letal?
Familiares y organizaciones defensoras de derechos civiles han cuestionado la decisión de disparar, considerando que Pike estaba atravesando una crisis de salud mental, posiblemente vinculada a la depresión posparto.
“¿Por qué no se usaron dispositivos no letales como pistolas eléctricas?”, preguntó el abogado de la familia. Este cuestionamiento resuena entre quienes exigen una revisión profunda de los protocolos de intervención en casos donde la salud mental es un factor clave.
Investigación en curso y controversias sobre transparencia
El caso está siendo investigado por el equipo externo Police Involved Investigative Team (PIIT), liderado por el Departamento de Policía de Blue Springs. Hasta el momento, los tres oficiales implicados están en licencia administrativa mientras se determina si su actuación fue justificada.
La publicación de un video editado generó indignación entre los familiares y grupos como el Kansas City Law Enforcement Accountability Project (KC LEAP). Señalan que no incluir el intercambio completo entre Pike y los oficiales, ni el momento del disparo, dificulta evaluar la razonabilidad de las acciones policiales.
Una comunidad en busca de justicia
La tragedia ha desatado una oleada de indignación y demandas de mayor transparencia. Organizaciones locales y activistas han exigido la liberación completa de las grabaciones de las cámaras corporales, mientras la familia de Pike lucha por obtener respuestas claras sobre lo ocurrido.
Este caso refleja las tensiones crecientes entre comunidades y fuerzas policiales en Estados Unidos, destacando la urgente necesidad de protocolos más adecuados para manejar crisis de salud mental y garantizar la rendición de cuentas en incidentes de fuerza letal.
¡Únete a nuestro canal de Telegram! Las noticias más relevantes del día directamente en tu dispositivo móvil.


TE PODRÍA INTERESAR