En Kuala Lumpur, el novato Marco Rubio, con un mensaje de «America First», choca contra el experimentado Wang Yi y su diplomacia económica. Un enfrentamiento de estilos y estrategias que definirá el equilibrio de poder en la región más dinámica del mundo.
La cumbre de la ASEAN en Kuala Lumpur se ha convertido en el escenario de un duelo geopolítico de alto voltaje, un verdadero choque de titanes que personifica la creciente rivalidad entre Estados Unidos y China por la hegemonía en Asia. De un lado del tablero, el Secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, en su primer y esperado viaje a la región. Del otro, el veterano y astuto Ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi. Sus estilos, mensajes y estrategias no podrían ser más diferentes, y el resultado de su interacción está siendo observado con lupa por todas las cancillerías del mundo.
La Misión de Rubio: Un «America First» que Incomoda a sus Aliados
Marco Rubio llegó a Malasia con una agenda clara y contundente: reafirmar el compromiso de Estados Unidos con la seguridad del Indo-Pacífico, priorizar la seguridad marítima en el Mar de China Meridional y construir un frente unido contra lo que Washington considera la creciente agresividad de Pekín. Sin embargo, su misión se ha visto socavada desde el principio por una contradicción fundamental.
La política de «America First» de la administración Trump, manifestada en la imposición de aranceles masivos, está golpeando directamente a las economías de los mismos países que Rubio necesita como socios. Como señala Danny Russel, un ex alto funcionario del Departamento de Estado y actual vicepresidente del Asia Society Policy Institute, la situación es paradójica.
«Rubio es un novato tratando de vender un mensaje de ‘America First’ a una audiencia profundamente escéptica. Sus argumentos sobre la amenaza de China no resonarán entre funcionarios cuyas industrias están siendo golpeadas por aranceles del 30-40%» – Danny Russel, Asia Society Policy Institute.
Este análisis de expertos califica a Rubio de «rookie» (novato) frente a un Wang Yi que es un veterano «fluido en los principios y convenciones de la ASEAN». Mientras Rubio se reunía con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, para discutir sobre Ucrania, un tema prioritario para Washington pero distante para la región, los líderes de la ASEAN estaban más preocupados por el impacto económico de las políticas estadounidenses.
La Estrategia de Wang Yi: Diplomacia Económica y Críticas Veladas
En contraste con la retórica de confrontación de Rubio, la estrategia de Wang Yi ha sido de una calma calculada. Evitando la confrontación directa, el diplomático chino ha optado por acciones concretas y críticas veladas. Durante su intervención, Wang pidió la construcción de un orden internacional «más justo y razonable», un mensaje que, sin nombrar a Estados Unidos, apunta directamente contra su unilateralismo.
Pero la jugada más importante de China no ha sido retórica, sino económica. En medio de la cumbre, Pekín y la ASEAN finalizaron un acuerdo para mejorar su Área de Libre Comercio, reforzando la imagen de China como un socio fiable y predecible para el crecimiento económico. Mientras EE.UU. impone barreras, China las derriba. Este contraste no ha pasado desapercibido para los líderes regionales, que ven en la integración económica con China una salvaguarda contra la volatilidad de la política estadounidense.
India: La Pieza Clave en Disputa
En este gran tablero geopolítico, India emerge como una pieza fundamental, cortejada por ambas potencias. Nueva Delhi es un pilar esencial en la estrategia de Estados Unidos para contener el avance de China en Asia. La presencia de representantes indios en las reuniones de la ASEAN, participando en diálogos tanto con Rubio como con otros socios, subraya su creciente importancia.
Sin embargo, la relación entre Washington y Nueva Delhi no está exenta de tensiones, especialmente tras las recientes afirmaciones de Trump sobre su supuesta mediación en el conflicto con Pakistán, lo que ha generado malestar en India. Consolidar a India como un aliado pleno es un requisito indispensable para la estrategia estadounidense, pero la imprevisibilidad de Washington complica este objetivo.
Un Mundo Volátil
El duelo entre Rubio y Wang en Kuala Lumpur no es un evento aislado. Se enmarca en un contexto global de alta volatilidad, como advierte el informe «10 Conflictos a Observar en 2025» de Crisis Group. El regreso de Trump a la presidencia, según el informe, añade una capa de imprevisibilidad que aumenta el riesgo de errores de cálculo entre las grandes potencias.
El primer viaje de Rubio a Asia ha dejado claro que la batalla por la influencia en la región se libra en dos frentes: la seguridad y la economía. Por ahora, mientras Estados Unidos se enfoca en la retórica de la seguridad, China avanza silenciosamente en el campo económico, una estrategia que parece estar dando mejores resultados en una región obsesionada con el progreso.


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