El 21 de noviembre de 2024, Rusia utilizó por primera vez en combate el misil hipersónico “Oreshnik” (Avellano), un arma que según Vladimir Putin representa un hito en la capacidad militar del país. Este proyectil de alcance medio, capaz de portar ojivas nucleares, impactó la ciudad de Dnipró, Ucrania, dejando tras de sí dos civiles heridos y daños mínimos en infraestructura, pero provocando una escalada de tensión global.
El simbolismo detrás del lanzamiento
A pesar de su daño limitado, el ataque fue interpretado como una poderosa advertencia para los aliados de Ucrania, especialmente los países occidentales que han intensificado su apoyo militar con sistemas avanzados como los misiles ATACMS de largo alcance.
“Este lanzamiento muestra nuestras capacidades y sirve como una advertencia a quienes insisten en prolongar el conflicto”, declaró Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin.
Por su parte, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski calificó el ataque como una “terrible escalada” y pidió una respuesta global contundente. La OTAN, liderada por su secretario general Mark Rutte, ha convocado una reunión urgente para analizar las implicaciones estratégicas del uso de este misil.
¿Qué hace especial al “Oreshnik”?
Velocidad hipersónica
El “Oreshnik” alcanza velocidades que superan las capacidades de los sistemas antimisiles actuales, lo que lo convierte en una amenaza difícil de neutralizar.
Capacidad nuclear
Diseñado para portar ojivas nucleares, este misil aumenta la disuasión estratégica de Rusia, marcando un nuevo nivel en la amenaza bélica global.
Basado en tecnología existente
Expertos señalan que el “Oreshnik” podría estar basado en el misil balístico RS-26, reutilizando componentes de sistemas previos para minimizar costos de producción.
Limitaciones prácticas
A pesar de su avanzada tecnología, el arsenal de “Oreshnik” en Rusia parece ser limitado. Esto reduce su impacto potencial en el desarrollo del conflicto, aunque su uso simbólico y político es innegable.
Reacciones internacionales: Tensión al límite
Occidente responde con preocupación
El ataque despertó inquietud entre los aliados de Ucrania. Olaf Scholz, canciller de Alemania, describió el incidente como “una escalada innecesaria y peligrosa”. Mientras tanto, Estados Unidos restó importancia al impacto táctico del misil, aunque no deja de monitorear su desarrollo.
Llamado a la moderación desde Asia
China, representada por el portavoz de Exteriores Lin Jian, instó a ambas partes a evitar mayores provocaciones y establecer condiciones para un cese al fuego.
La OTAN refuerza su compromiso
El Consejo OTAN-Ucrania, convocado para el 26 de noviembre, discutirá las implicaciones estratégicas del “Oreshnik”. Este misil podría influir en las decisiones sobre envío de nuevas defensas antimisiles a Ucrania.
El papel del “Oreshnik” en el conflicto
Aunque el “Oreshnik” representa un avance tecnológico en el arsenal ruso, su principal función parece ser política: enviar un mensaje de fuerza a la comunidad internacional. Sin embargo, su eficacia en el campo de batalla sigue en entredicho, dado el limitado daño que causó en Dnipró.
Una amenaza más simbólica que táctica
El misil “Oreshnik” no solo introduce una nueva dimensión al conflicto en Ucrania, sino que también resalta la creciente tensión entre las grandes potencias. Con un arsenal limitado, su impacto estratégico será más político que militar. No obstante, su simbolismo podría influir en la dinámica de la guerra y en las relaciones internacionales en los próximos meses.
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