Renuncia de K.P. Sharma Oli: un giro histórico en Nepal
El primer ministro de Nepal, Khadga Prasad Sharma Oli, presentó su renuncia en medio de un estallido social que ha dejado un saldo de al menos 25 muertos. Las manifestaciones, inicialmente motivadas por un bloqueo temporal de redes sociales, derivaron en un reclamo más amplio contra la corrupción y la desigualdad entre la élite política nepalí. La dimisión del mandatario representa un hito en la política del país del Himalaya, donde la presión ciudadana ha forzado cambios inmediatos en el gobierno.
Protestas violentas y bloqueo de redes sociales
El detonante de las protestas fue la decisión del gobierno de prohibir temporalmente el acceso a 26 redes sociales, incluyendo Facebook, Instagram y TikTok. Los jóvenes nepalíes, especialmente del movimiento Generación Z, interpretaron la medida como un ataque a la libertad de expresión. Lo que comenzó como manifestaciones pacíficas escaló rápidamente en violencia, incendios y enfrentamientos con la policía.
Balance de víctimas y disturbios
El lunes, la policía abrió fuego contra manifestantes en Katmandú, causando 19 muertos. Entre las víctimas del martes destaca Rajyalaxmi Chitrakar, esposa del ex primer ministro Jhalanath Khanal, fallecida tras ser rescatada con graves quemaduras. Además, el Hospital Civil reportó la muerte de tres manifestantes, mientras que la policía confirmó otros dos fallecidos en tiroteos en Kalimati.
Cárceles y saqueos: el caos se extiende
Más de 900 presos escaparon de la prisión de Kaski en Pokhara, tras un ataque de manifestantes que destruyeron instalaciones y golpearon a agentes de seguridad. Otros centros penitenciarios en Kailali y Lalitpur también fueron incendiados. El Parlamento, la Presidencia, el Tribunal Supremo y las residencias de al menos dos docenas de ministros, incluida la vivienda de Sharma Oli, sufrieron ataques y saqueos. Incluso se registraron incendios en oficinas de medios de comunicación, como Kantipur Media Group.
Reacciones políticas y cierre de Katmandú
Tras la renuncia del primer ministro y de cinco ministros de su gabinete, la presión política sigue aumentando. Las autoridades han mantenido cerrado el aeropuerto de Katmandú por seguridad, mientras que disturbios y ataques a domicilios de funcionarios se han reportado en las últimas horas. El país enfrenta ahora un vacío político que requiere decisiones urgentes para restablecer la calma y garantizar la seguridad de los ciudadanos.
Contexto de corrupción y descontento social
Las protestas reflejan un malestar profundo con la clase política en Nepal, acusada de corrupción, abuso de poder y desigualdad. El bloqueo de redes sociales se interpretó como una medida más que limitaba derechos fundamentales, encendiendo la indignación de jóvenes y ciudadanos que exigen transparencia y rendición de cuentas. Este episodio evidencia la fragilidad de la democracia en el país y el poder de la movilización social.
Implicaciones para Nepal y la región
La renuncia de Khadga Prasad Sharma Oli marca un precedente para la región, demostrando que la presión ciudadana organizada puede impactar directamente en la política de gobierno. Sin embargo, la violencia, los muertos y los saqueos evidencian la necesidad de fortalecer las instituciones y garantizar mecanismos efectivos de diálogo y resolución pacífica de conflictos.


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