La población de Gaza ha comenzado a racionar la comida que recibe de las organizaciones humanitarias por miedo a que el alto el fuego con Israel sea temporal. Así lo advirtió Abeer Etefa, portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PMA) para Oriente Medio, durante una conferencia en Ginebra.
“No consumen todos los suministros porque temen que en unos días desaparezca la ayuda que hoy reciben”, explicó la funcionaria, subrayando el nivel de incertidumbre que vive la población tras meses de guerra.
Ayuda insuficiente y zonas en riesgo extremo
Pese a la tregua, la ONU señaló que solo ingresan 750 toneladas de alimentos al día, muy por debajo de las 2 mil toneladas diarias necesarias para atender a los 2.3 millones de habitantes de la Franja. El norte de Gaza sigue siendo el más afectado: unas 500 mil personas permanecen en estado de hambruna o riesgo severo, según datos del PMA.
Actualmente, el organismo mantiene operativas nueve panaderías y 26 puntos de distribución, principalmente en el sur y centro del territorio, aunque el tránsito hacia el norte continúa siendo “extremadamente difícil” por la destrucción de carreteras y bloqueos.
Urge abrir más pasos fronterizos
Etefa hizo un llamado urgente a abrir todos los pasos fronterizos, ya que los dos disponibles —Kerem Shalom y Kissufim— no permiten el flujo suficiente de ayuda. Desde el inicio del alto el fuego, el 11 de octubre, el PMA ha logrado ingresar 530 camiones con 6,750 toneladas de alimentos, cantidad que apenas cubre las necesidades de 480 mil personas durante dos semanas.
El organismo también impulsa programas de transferencias digitales y cupones para que las familias más vulnerables puedan comprar alimentos en los mercados locales, mientras busca ampliar su apoyo a 1.6 millones de personas en los próximos tres meses.
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