Fobos y Deimos, las dos pequeñas lunas de Marte, siempre han intrigado a los científicos. Su forma irregular y su tamaño diminuto han generado preguntas sobre su origen. Ahora, una nueva teoría propuesta por la NASA plantea una solución sorprendente: ambas lunas podrían haberse formado a partir de los restos de un asteroide destruido por la gravedad del planeta rojo.
Un equipo liderado por Jacob Kegerreis, investigador del Centro de Investigación Ames de la NASA, desarrolló simulaciones avanzadas que sugieren que un asteroide habría cruzado el «límite de Roche» de Marte, desintegrándose y generando un disco de escombros del cual nacieron Fobos y Deimos.
¿Qué es el límite de Roche?
El límite de Roche es la distancia crítica a la que un objeto celeste, como un asteroide, es desintegrado por las fuerzas gravitatorias de un planeta. Según los investigadores, el asteroide en cuestión habría pasado peligrosamente cerca de Marte, desencadenando su destrucción y liberando fragmentos que orbitaron el planeta.
Con el tiempo, este material se habría condensado en dos lunas: una más cercana, Fobos, y otra más lejana, Deimos.
Simulaciones que replantean el pasado marciano
Para probar esta teoría, el equipo utilizó supercomputadoras y simulaciones con el software SWIFT, recreando la interacción entre Marte y el asteroide. Los resultados indican que el material sobreviviente pudo distribuirse eficientemente en un disco alrededor de Marte, permitiendo la formación de las lunas.
“Esta teoría ofrece una explicación más sólida que las hipótesis anteriores”, afirmó Jack Lissauer, coautor del estudio.
Las inconsistencias de las teorías anteriores
Las hipótesis previas, como la del impacto gigante, sugerían que un choque en Marte expulsó suficiente material para formar Fobos y Deimos. Sin embargo, no explicaban por qué ambas lunas tienen órbitas casi circulares y alineadas con el ecuador marciano, características que contradicen un escenario de impacto.
Por otro lado, la teoría de asteroides capturados tampoco resulta convincente, ya que los objetos capturados suelen tener órbitas caóticas e inclinadas, lo que no ocurre con las lunas de Marte.
Nuevas herramientas para probar la hipótesis
El próximo lanzamiento de la misión Martian Moons eXploration (MMX) de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA), en 2026, será clave para confirmar esta teoría. La misión recolectará muestras de Fobos y las traerá a la Tierra para su análisis.
Además, el instrumento MEGANE de la NASA analizará la composición química de Fobos, proporcionando datos fundamentales para determinar si las lunas tienen material de origen marciano o asteroidal.
Un descubrimiento con implicaciones más allá de Marte
Este modelo no solo ayuda a entender el origen de Fobos y Deimos, sino que podría aplicarse para estudiar otros fenómenos cósmicos, como la formación de los anillos de Saturno o las lunas de Júpiter.
Según Kegerreis, “este trabajo amplía nuestra comprensión de cómo pueden formarse lunas en general, ofreciendo un marco para analizar otros sistemas planetarios”.
El descubrimiento de la NASA sobre las lunas de Marte marca un hito en la exploración espacial, redefiniendo nuestra comprensión de los procesos que moldearon el sistema solar. En los próximos años, misiones como MMX podrían confirmar esta revolucionaria hipótesis, abriendo nuevas puertas al estudio del cosmos.
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