Cuando el reloj marcaba las 10:00 GMT del 31 de diciembre de 2024, los habitantes de Kiritimati, una pequeña isla del Pacífico Sur, ya estaban celebrando la llegada del Año Nuevo. Este paradisiaco rincón, conocido también como la isla de la Navidad, tiene una característica muy especial: es la primera en recibir el nuevo año, marcando el comienzo de una cadena de celebraciones que se despliegan por todo el mundo. La comunidad, de aproximadamente 7,000 personas, vivió su momento de alegría mientras la mayoría del planeta aún se preparaba para despedir al 2024.
¿Por qué Kiritimati es la primera en celebrar el Año Nuevo?
Kiritimati, que forma parte de la nación insular de Kiribati, está situada en un huso horario único, adelantado en relación con el resto del mundo. Esto hace que sea el primer lugar del planeta en experimentar la transición hacia un nuevo año, y cada 31 de diciembre, la isla da inicio a las festividades que pronto se propagarán a otros territorios. Este fenómeno es posible debido a la ubicación geográfica de la isla, que se encuentra en la franja horaria GMT+14, lo que la hace adelantada respecto a la mayoría de los países.
La tradición en Kiritimati y su conexión con el resto del mundo
A medida que Kiritimati da la bienvenida al 2025, otros territorios cercanos también comienzan a celebrar. Las Islas Chatham, en Nueva Zelanda, son las siguientes en entrar en el nuevo año, apenas 15 minutos después. Después, la cadena de celebraciones sigue avanzando hacia el oeste. A las 11:00 GMT del 31 de diciembre (5:00 AM en México), Tonga y Samoa, los siguientes en la línea de tiempo, recibirán el Año Nuevo, con fuegos artificiales y eventos festivos que adornarán los cielos.
Cada hora, nuevos lugares se suman a la festividad. A las 13:00 GMT, en Australia, las grandes ciudades como Sídney reciben el nuevo año con su emblemático espectáculo de fuegos artificiales, mientras que Fiyi, Vanuatu, y otras islas del Pacífico celebran en su propio estilo.
Los desafíos de Vanuatu y la resiliencia del Pacífico
En medio de la celebración global, algunos territorios del Pacífico se enfrentan a desafíos. Un recordatorio de esta realidad fue el devastador terremoto de magnitud 7.3 que azotó Vanuatu a mediados de diciembre de 2024. La tragedia dejó 14 muertos y provocó grandes daños en la capital, Port Vila. Sin embargo, la población de Vanuatu, y en general los habitantes de la región del Pacífico, han demostrado una gran resiliencia. Las comunidades se han unido para reconstruir y ayudar a las víctimas del desastre. En este contexto, la celebración del Año Nuevo no sólo marca un cambio en el calendario, de igual manera, representa un símbolo de esperanza y renovación para los pueblos de la región.
El impacto de las diferencias horarias en las celebraciones globales
La llegada del 2025 a Kiritimati no solo es una celebración local, sino que marca el inicio de un fenómeno global que conecta a millones de personas a través del tiempo. La diferencia de husos horarios genera una sucesión de eventos de Año Nuevo, donde cada lugar tiene su propio momento para disfrutar de la transición. Así, el 2025 comienza primero en el Pacífico, luego en Rusia, en Europa, y finalmente en América. En lugares como Groenlandia y Brasil, las celebraciones son espectaculares y llenas de color, mientras que en las islas estadounidenses, incluyendo Hawái, el año comienza último.


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