El conflicto en Siria, que comenzó en 2011 tras protestas pacíficas en la ciudad de Daraa, ha dejado un saldo trágico e impactante. Según un informe reciente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la guerra ha cobrado la vida de 618.000 personas y ha dejado 113.000 desaparecidos. Además, la guerra ha provocado el desplazamiento de 7,2 millones de personas dentro de Siria y alrededor de 6 millones de refugiados en países como Turquía, Líbano y Jordania, consolidando una de las crisis de refugiados más grandes de la historia moderna.
Un conflicto que empezó con la Primavera Árabe
La guerra en Siria tiene sus raíces en las protestas pacíficas de 2011, inspiradas por las Primaveras Árabes. Estas manifestaciones se extendieron por todo el país y fueron reprimidas con violencia por el régimen de Bashar al Assad. La brutal represión desató un conflicto armado con la aparición de grupos rebeldes yihadistas, como Al Qaeda y el Estado Islámico (ISIS). El conflicto se convirtió rápidamente en un tablero geopolítico, con potencias internacionales como Rusia, Irán, Estados Unidos y Turquía involucradas.
El régimen de Assad: una dictadura duradera
Durante la guerra, Bashar al Assad, que asumió el poder en 2000 tras la muerte de su padre, Hafez al Assad, mantuvo un control férreo sobre el país. Sin embargo, tras casi 14 años de lucha, el régimen de Assad sufrió una derrota significativa en diciembre de 2024, con la caída de su gobierno en una ofensiva rebelde en el este de Siria que culminó en la toma de Damasco, la capital del país.
La devastación económica de Siria
El impacto económico de la guerra ha sido igualmente devastador. El Producto Interno Bruto (PIB) de Siria se ha reducido a la mitad, y actualmente, el 90% de la población vive en pobreza, frente al 33% en 2010. De esta cifra, el 66% se encuentra en pobreza extrema, un aumento alarmante respecto al 11% previo al conflicto.
Además, la guerra ha causado una destrucción masiva de infraestructuras, con uno de cada tres hogares en ruinas, y el país ha perdido el 80% de su capacidad de producción energética. La tasa de desempleo alcanza el 24%, mientras que en 2010 era solo del 8%.
Los desafíos para reconstruir Siria
A pesar de los esfuerzos internacionales y las señales de esperanza, el futuro de Siria parece incierto. Según el PNUD, el país necesitará 55 años para recuperar el nivel de PIB previo a la guerra si continúa a este ritmo. La reconstrucción del país enfrentará enormes obstáculos, desde las inseguridades políticas hasta la falta de recursos y la desconfianza internacional.
El futuro de Siria: una ventana de oportunidad cerrada por la crisis
El informe también destaca que, aunque la caída del régimen de Assad puede haber abierto una ventana de oportunidad para el país, el camino hacia una nueva Siria será largo y lleno de dificultades. La reconciliación política, la reconstrucción económica y la integración de los refugiados son solo algunos de los desafíos que enfrentan los sirios.
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