Keiko Fujimori y su retorno a la política peruana
Keiko Fujimori, hija del expresidente Alberto Fujimori, oficializó su candidatura a la presidencia de Perú en un mitin en La Libertad, rodeada de familiares y seguidores. Con esta decisión, Fujimori buscará su cuarto intento de alcanzar el máximo cargo político del país, luego de sus campañas en 2011, 2016 y 2021, en las cuales logró llegar al balotaje pero fue derrotada por Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski y Pedro Castillo respectivamente.
La promesa de un gobierno con mano dura
Durante su discurso, Fujimori aseguró que de ser elegida gobernará con «mano dura, cumpliendo con la palabra, pero también como las mujeres y las madres en sus casas, con cabeza fría, con corazón grande y manos limpias». Esta declaración refuerza su imagen de liderazgo firme, capaz de combinar autoridad política con sensibilidad social y valores familiares que ha promovido durante toda su trayectoria política.
Plancha presidencial y aliados estratégicos
Keiko Fujimori anunció que los abogados Luis Galarreta y Miguel Torres la acompañarán como candidatos a la primera y segunda vicepresidencia, respectivamente. Ambos tienen experiencia parlamentaria por Fuerza Popular, y Galarreta incluso presidió el Congreso entre 2017 y 2018. La inclusión de figuras con trayectoria legislativa busca fortalecer su propuesta de gobierno y garantizar cohesión política dentro del partido.
Percepción pública y retos electorales
A pesar de su anuncio, las encuestas recientes reflejan un panorama complejo para Fujimori. Según Ipsos, en octubre de 2025, el 69 por ciento de los peruanos considera que debería retirarse de la política, un indicador de la polarización que genera su figura en la opinión pública. Los comicios generales están programados para abril de 2026, momento en el que también se renovará el Congreso, lo que definirá el equilibrio de poder en el país.
Contexto histórico y legado familiar
La candidatura de Keiko Fujimori está marcada por su conexión con Alberto Fujimori, quien gobernó Perú entre 1990 y 2000. Su trayectoria política ha estado influida por la herencia de políticas autoritarias y programas sociales implementados por su padre, lo que genera tanto apoyo como controversia en diferentes sectores de la población. La figura de Keiko simboliza la continuidad del fujimorismo, con un enfoque moderno que combina firmeza política y promoción del liderazgo femenino.
Expectativas para las elecciones 2026
El retorno de Keiko Fujimori plantea un escenario competitivo y polarizado, con posibles alianzas y enfrentamientos con otras fuerzas políticas que buscarán captar el voto del electorado indeciso. Su estrategia combina la visibilidad mediática, el respaldo familiar y la experiencia política acumulada, buscando recuperar la confianza de los ciudadanos y superar las críticas que enfrenta desde años anteriores.


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