Mientras el mundo observa con nerviosismo los nuevos roces entre Irán y Estados Unidos, una frase resuena con fuerza en Medio Oriente: “Están en la línea de fuego”. Así lo expresó un alto funcionario iraní al advertir que Irak, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Turquía y Bahréin podrían convertirse en objetivos si permiten que su territorio o espacio aéreo sea utilizado para un ataque de EE.UU. contra Irán.
La amenaza, tan clara como contundente, ha encendido las alarmas en toda la región.
Una advertencia con nombre y apellido
Según fuentes citadas por Reuters, el líder supremo Ali Khamenei ha puesto en alerta máxima a las fuerzas armadas de Irán. La razón: la insistencia del gobierno estadounidense, liderado por Donald Trump, en presionar para negociar directamente sobre el programa nuclear iraní o enfrentar consecuencias militares.
Lejos de ceder, Teherán ha optado por otro camino: las negociaciones indirectas a través de Omán, un viejo canal diplomático entre los dos enemigos históricos.
Entre diplomacia y pólvora
“Las conversaciones indirectas ofrecen la oportunidad de evaluar la seriedad de Washington respecto a una solución política”, dijo el funcionario iraní bajo anonimato. Aunque el camino se antoja pedregoso, Irán está dispuesto a hablar, pero sin aceptar chantajes ni amenazas.
Este giro diplomático contrasta con la dura advertencia militar a los vecinos del Golfo, que albergan bases militares estadounidenses estratégicas. Cualquier apoyo logístico a EE.UU., aseguran desde Teherán, será interpretado como un acto de hostilidad con graves consecuencias.
Ecos del pasado: Soleimani y la memoria reciente
La amenaza de Irán no es vacía. En 2020, tras el asesinato del general Qassem Soleimani en Bagdad por un ataque estadounidense, Irán respondió con misiles a bases estadounidenses en Irak. Hoy, la región recuerda ese precedente con temor a una nueva escalada.
Un Golfo en vilo y sin respuestas claras
Mientras tanto, los gobiernos de Irak, Kuwait, EAU, Qatar y Bahréin han guardado silencio. Turquía afirmó no haber recibido advertencias formales, aunque no descartó haber sido contactada por otros canales.
Kuwait, según medios iraníes, aseguró a Teherán que no permitirá agresiones desde su territorio. Un gesto diplomático que busca calmar las aguas… por ahora.
Rusia: un aliado no tan confiable
Aunque Rusia ha condenado las amenazas estadounidenses como “inaceptables”, Teherán duda del compromiso real de Moscú, dependiendo de la dinámica entre Trump y Vladimir Putin. El apoyo ruso es clave, pero no definitivo.
El reloj corre: dos meses para evitar una guerra
Según el funcionario iraní, hay una ventana de dos meses para llegar a un acuerdo antes de que Israel, viejo enemigo de Irán, actúe por cuenta propia y detone una guerra de mayor escala.
Mientras tanto, Irán continúa acelerando su enriquecimiento de uranio al 60%, muy cerca del nivel necesario para armas nucleares, desafiando los límites de cualquier programa civil.
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