El 18 de marzo de 2025, el Parlamento húngaro aprobó una controvertida ley que prohíbe los eventos del Orgullo LGBTQ+ y autoriza el uso de software de reconocimiento facial para identificar a los asistentes. Esta medida ha generado una ola de protestas en Budapest y ha sido condenada por organizaciones de derechos humanos y líderes internacionales.
Contexto de la ley
La nueva legislación, respaldada por el partido Fidesz del primer ministro Viktor Orbán, modifica las leyes de asamblea de Hungría para prohibir eventos que contravengan las leyes de “protección infantil” del país, las cuales prohíben la representación o promoción de la homosexualidad a menores de 18 años. Además, se impondrán multas de hasta 200,000 florines húngaros (aproximadamente 546 dólares) a quienes asistan a eventos prohibidos, y las autoridades podrán utilizar herramientas de reconocimiento facial para identificar a los participantes.
Reacciones y protestas
Tras la aprobación de la ley, miles de manifestantes se congregaron frente al Parlamento en Budapest, coreando consignas antigubernamentales y bloqueando el puente Margarita sobre el Danubio. Evgeny Belyakov, un ciudadano ruso que emigró a Hungría, expresó su preocupación al comparar la situación con la represión en Rusia: “Es bastante aterrador, para ser sincero, porque teníamos lo mismo en Rusia. Se fue construyendo paso a paso, y siento que esto es lo que está pasando aquí”.
Críticas internacionales
Organizaciones como Amnistía Internacional han condenado la ley, calificándola como un ataque significativo a los derechos LGBTQ+. La comisionada de igualdad de la Unión Europea, Hadja Lahbib, criticó la ley por violar los valores de la UE. Los críticos argumentan que la campaña de Orbán equivale a un intento de reducir la visibilidad LGBTQ+ y que, al vincularla a la protección de la infancia, confunde falsamente la homosexualidad con la pedofilia.
Estrategia política de Orbán
Viktor Orbán, en el poder desde 2010, se enfrenta a un desafío sin precedentes por parte de un partido de oposición en ascenso, mientras la economía de Hungría lucha por salir de una crisis de inflación y costo de vida y se acercan las elecciones de 2026. Tamás Dombos, coordinador de proyectos del grupo húngaro de derechos LGBTQ+ Háttér Society, señaló que el ataque de Orbán a las minorías es una táctica para distraer a los votantes de cuestiones más importantes que enfrenta el país.
Impacto en la comunidad LGBTQ+
Los organizadores del Orgullo de Budapest han expresado su intención de continuar con la marcha, a pesar de la nueva legislación. Jojó Majercsik, portavoz del Orgullo de Budapest, declaró que, a pesar de los años de esfuerzo de Orbán por estigmatizar a las personas LGBTQ+, la organización ha recibido una gran cantidad de apoyo desde que el líder húngaro insinuó en febrero que su gobierno tomaría medidas para prohibir el evento.
La aprobación de esta ley en Hungría representa un retroceso significativo en los derechos de la comunidad LGBTQ+ y plantea serias preocupaciones sobre el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales en el país. La comunidad internacional observa con atención cómo se desarrollan los acontecimientos y cómo responde la sociedad húngara a estas medidas.
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