Ethan Guo, un piloto e influencer estadounidense de 19 años que buscaba romper un récord mundial para la caridad, fue detenido por autoridades chilenas tras un aterrizaje no autorizado en la Antártida, desatando una controversia internacional sobre sus verdaderas intenciones.
Un ambicioso viaje que pretendía hacer historia y recaudar fondos para una causa noble ha terminado en una detención y un torbellino de preguntas en el lugar más inhóspito del planeta. Ethan Guo, un joven piloto estadounidense de 19 años, fue puesto bajo custodia por las autoridades de Chile después de aterrizar su aeronave monomotor en la Antártida sin la debida autorización, en un incidente que pone en tela de juicio la delgada línea entre la audacia y la imprudencia.
Una Misión con Causa
En la superficie, la misión de Ethan Guo era la encarnación del altruismo moderno. Su objetivo declarado era convertirse en la persona más joven en volar en solitario a los siete continentes, una hazaña diseñada para recaudar 1 millón de dólares para la investigación del cáncer infantil. Guo describió la misión como «profundamente personal», inspirada por la batalla de su primo contra la enfermedad.
Para respaldar su audaz plan, Guo presentaba credenciales impresionantes para su edad. Con más de 700 horas de vuelo acumuladas, una habilitación para volar solo con instrumentos (IFR), y la experiencia de haber cruzado el Atlántico en tres ocasiones y recorrido los 48 estados contiguos de EE. UU., su perfil era el de un aviador competente y determinado, no el de un novato imprudente.
El Plan de Vuelo Falso y el Peligro Aéreo
Sin embargo, la narrativa del joven héroe se vio drásticamente alterada por las acusaciones de las autoridades chilenas. Según la fiscalía, el 28 de junio, Guo presentó un plan de vuelo falso en el Aeropuerto Carlos Ibáñez del Campo en Punta Arenas, la puerta de entrada a la Antártida. El plan indicaba un simple sobrevuelo local, pero sus intenciones eran otras.
En lugar de seguir la ruta declarada, Guo dirigió su avión hacia el sur y aterrizó sin permiso en la Base Aérea Teniente Rodolfo Marsh Martin, en territorio antártico chileno.
«El acusado proporcionó información falsa a la autoridad aeronáutica… Con esta conducta, el acusado puso en grave peligro la seguridad del tráfico aéreo hacia la Antártida y la Región de Magallanes», declaró Cristian Crisosto Rifo, Fiscal Regional de Magallanes y Antártica Chilena.
La acción fue vista no como una simple infracción, sino como un acto que amenazó la seguridad en uno de los corredores aéreos más complejos y sensibles del mundo. La Fiscalía de Magallanes confirmó a través de sus redes sociales que Guo fue formalizado por infringir los artículos 194 y 197 del Código Aeronáutico.
La Defensa: ¿Contratiempo o Coartada?
Frente a las graves acusaciones, la defensa de Guo ha presentado una contra-narrativa. Karina Ulloa, abogada del joven piloto, argumentó que su cliente experimentó «complicaciones» durante el vuelo, atribuidas a los fuertes vientos de la región. Esta versión sugiere que el aterrizaje no fue un acto deliberado de engaño, sino una maniobra de emergencia forzada por condiciones adversas.
Esta dualidad de versiones ha creado el centro de la controversia: ¿Fue Ethan Guo un idealista que se topó con la inclemencia del clima antártico, o un influencer temerario que falsificó documentos y arriesgó la seguridad de otros en su búsqueda de fama y récords?
Actualmente, Guo se encuentra con «arraigo nacional», una medida que le impide salir de Chile mientras la investigación sigue su curso. Su sueño de récord mundial está en pausa, reemplazado por un limbo legal en el fin del mundo, dejando a la opinión pública debatir sobre su culpabilidad o inocencia.


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