El objetivo Hambre Cero para 2030 enfrenta serias dificultades ante el agravamiento de las crisis alimentarias y los conflictos globales. Según el Índice del Hambre (GHI) 2025, actualmente 673 millones de personas carecen de acceso a suficientes calorías, y los amenazados por la hambruna se duplicaron en 2024, alcanzando los dos millones.
Un panorama alimentario alarmante
El informe, elaborado por la ONG alemana Welthungerhilfe, la irlandesa Concern Worldwide y el Instituto de Derecho para el Mantenimiento de la Paz y de Derecho Internacional Humanitario de la Universidad Ruhr de Bochum, revela que desde 2016 la situación alimentaria mundial apenas ha mejorado. La comunidad internacional se encuentra estancada en su lucha contra el hambre y la malnutrición.
Si el ritmo actual se mantiene, 56 países no lograrán alcanzar los niveles bajos de hambre necesarios para cumplir la meta de Hambre Cero en 2030, alertan los expertos. La combinación de conflictos armados, crisis climática y recortes presupuestales ha ralentizado los avances y amenaza la estabilidad alimentaria de millones de personas.
Conflictos como motor de la crisis
Las guerras y conflictos son los principales impulsores del hambre en el mundo. Los conflictos en Gaza y Sudán son ejemplos claros de cómo la violencia genera desplazamiento, cierre de mercados y colapso de sistemas agrícolas, dejando a millones sin alimentos básicos. Estos conflictos no solo son consecuencia de la inestabilidad económica, sino que también profundizan la pobreza y agravan la inseguridad alimentaria regional y global.
El impacto del cambio climático
A los conflictos se suman los efectos del cambio climático. El año 2024 se registró como el más caluroso desde que existen registros meteorológicos, lo que afectó la producción agrícola, los recursos hídricos y la seguridad alimentaria. Sequías prolongadas, inundaciones y fenómenos extremos continúan comprometiendo los medios de vida de las poblaciones más vulnerables y provocando pérdidas significativas en cultivos y ganado.
Crisis alimentarias y recortes de fondos
Sólo en el último año, las guerras provocaron 20 crisis alimentarias agudas que afectaron a casi 140 millones de personas en todo el mundo. Marlehn Thieme, presidenta de Welthungerhilfe, lamentó que los fondos destinados a combatir el hambre se están recortando justamente en los momentos de mayores desafíos, lo que dificulta la respuesta humanitaria y amenaza el bienestar de millones de personas.
La necesidad de acción global
El informe subraya que la cooperación internacional y la inversión en programas de seguridad alimentaria son fundamentales para frenar esta crisis. El fortalecimiento de la agricultura sostenible, el acceso a alimentos nutritivos, la ayuda humanitaria oportuna y la mitigación de los efectos del cambio climático son medidas indispensables para revertir la tendencia y acercarse a la meta de Hambre Cero.
Un llamado urgente a los líderes mundiales
Los expertos insisten en que los gobiernos, organismos internacionales y la sociedad civil deben actuar de manera coordinada y urgente. Sin un aumento de los recursos y una respuesta integral, las proyecciones indican que millones de personas seguirán enfrentando hambre y desnutrición durante la próxima década.
El desafío no es sólo alimentario, sino también moral: garantizar que todos tengan acceso a comida suficiente y nutritiva es un compromiso con la dignidad humana y el desarrollo sostenible del planeta.


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