El mundo de la moda vive días de luto tras la muerte de Giorgio Armani, uno de los diseñadores más influyentes de las últimas cinco décadas.
Este fin de semana, miles de seguidores, colegas y personalidades se acercaron a despedir a Giorgio Armani, en un funeral público realizado en el Armani Teatro, en su natal Milán.
El espacio, una antigua fábrica de Nestlé reconvertida en la sede de su emporio y epicentro de sus desfiles, abrió sus puertas entre las 9:00 y las 18:00 horas para que personalidades y admiradores de todo el mundo pudieran rendirle homenaje. Para el diseñador, ese lugar representaba el corazón de su inspiración y el centro de su mundo creativo.
Último homenaje a Giorgio Armani
En sus redes sociales oficiales, Emporio Armani compartió un mensaje con palabras del propio diseñador: “La marca que espero dejar es la del compromiso, el respeto y el cuidado genuino por la gente y por la realidad. Allí es donde todo realmente empieza”.

Decretan día de luto en Milán
El alcalde de Milán, Beppe Sala, decretó un día de luto para este lunes, en coincidencia con el funeral privado del modisto, y aseguró que Armani fue “un símbolo de estilo y elegancia que la ciudad echará siempre de menos”.
Entre las personalidades que se hicieron presentes en el homenaje estuvo la supermodelo argentina Valeria Mazza, acompañada de su esposo, Alejandro Gravier. Visiblemente conmovida, definió al diseñador como “una persona muy querida”.
Armani y su legado
Armani vistió a grandes figuras del espectáculo, la política y el deporte. Uno de los momentos más recordados en Latinoamérica fue cuando diseñó el traje gris oscuro hecho a medida que lució Lionel Messi el día de su casamiento con Antonela Roccuzzo, el 30 de junio de 2017 en Rosario.
Más allá de las pasarelas, Armani consolidó un imperio que llevó el sello de la elegancia italiana a nivel global, con un estilo sobrio, atemporal y sofisticado que redefinió la moda masculina y femenina.
¿Qué pasará con las empresas de Giorgio Armani?
La muerte de Armani, a los 91 años, también abrió el debate sobre el futuro de la compañía que fundó en los años 70 junto a su socio Sergio Galeotti. Según Forbes, el diseñador tenía un patrimonio neto de 12,100 millones de dólares y era el único accionista mayoritario del grupo.
Como nunca se casó ni tuvo hijos, dejó la mayoría de la firma en manos de la Fundación Giorgio Armani, creada en 2016 con el objetivo de garantizar la estabilidad y continuidad de la empresa en el tiempo. Esta decisión busca preservar el legado del modisto y blindar a la marca ante eventuales disputas sucesorias.
La fundación se perfila ahora como la principal responsable de asegurar que el espíritu creativo y empresarial del diseñador continúe marcando tendencia en las próximas generaciones.


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