lunes, diciembre 22, 2025

Estalla la tensión: China lanza cañones de agua a Barcos Filipinos

La Guardia Costera de China atacó con cañones de agua a buques filipinos en el Mar de China Meridional el pasado 20 de junio, en una escalada documentada en video que eleva la tensión entre ambas naciones y pone a prueba las alianzas en la región.

La tensión en el Mar de China Meridional alcanzó un nuevo punto de ebullición cuando buques de la Guardia Costera de China (CCG) realizaron maniobras agresivas y dispararon cañones de agua contra embarcaciones filipinas. El incidente, captado en video y fotografías que han circulado globalmente, no involucró a naves militares en un enfrentamiento directo, sino a buques de la Oficina de Pesca y Recursos Acuáticos de Filipinas (BFAR) que llevaban a cabo una misión de apoyo a pescadores locales.

El suceso ocurrió cerca de Scarborough Shoal, un atolón rico en recursos conocido en Filipinas como Bajo de Masinloc. Los buques filipinos BRP Datu Taradapit y BRP Datu Tamblot se encontraban en la zona para distribuir combustible y suministros a más de 20 barcos pesqueros filipinos, una operación descrita por Manila como una misión de «seguridad alimentaria». Fue entonces cuando el buque de la guardia costera china CCG-4203 se aproximó peligrosamente al BRP Datu Taradapit y empleó su cañón de agua, impactando brevemente la embarcación filipina. Poco después, el CCG-3105 intentó la misma acción contra el BRP Datu Tamblot, aunque sin éxito.

La existencia de evidencia visual ha transformado este incidente de un reporte geopolítico abstracto a una prueba contundente de agresión, creando una narrativa poderosa y fácil de viralizar de «David contra Goliat» que resuena a nivel internacional.

No es un Hecho Aislado: La Estrategia de la «Zona Gris» de Pekín

Expertos en seguridad regional señalan que este enfrentamiento no es un evento espontáneo, sino una manifestación de la «estrategia de zona gris» de China. Esta táctica consiste en utilizar fuerzas paramilitares, como la guardia costera y una vasta milicia marítima disfrazada de barcos pesqueros, para afirmar el control sobre territorios disputados sin cruzar el umbral de un conflicto armado abierto.

La operación china del 20 de junio fue una demostración coordinada de esta estrategia. Según reportes de la Guardia Costera de Filipinas, la flotilla china no solo estaba compuesta por seis buques de la CCG, sino que también incluía dos buques de guerra de la Armada del Ejército Popular de Liberación (PLA-Navy) y numerosas embarcaciones de la milicia marítima.

La presencia de naves militares junto a la guardia costera en respuesta a una misión de apoyo pesquero filipina sugiere que el objetivo de Pekín no era simplemente una cuestión de gestión de recursos. Más bien, parece ser una operación diseñada para proyectar poder soberano y enviar un mensaje claro sobre el control de facto que ejerce en la zona. Pekín utilizó una misión filipina de bajo nivel para demostrar su capacidad de escalada y su dominio militar.

El Tablero Geopolítico: Aislamiento y Subordinación

Este incidente se enmarca en una estrategia geopolítica china más amplia, cuyo objetivo, según analistas, es condicionar a los estados del sudeste asiático para que acepten un «estatus de subordinación». El foco actual de Pekín parece ser «aislar a Filipinas tanto como sea posible dentro de la ASEAN» (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático), debido a que Manila ha desafiado abiertamente las reivindicaciones de Pekín y ha fortalecido su alianza militar con Estados Unidos.

La respuesta de la ASEAN ha sido, históricamente, fragmentada. Muchos de sus miembros practican una política de «hedging», intentando mantener buenas relaciones tanto con China, su principal socio comercial, como con Estados Unidos, un garante de seguridad tradicional. El temor a represalias económicas de Pekín y las disputas territoriales internas entre los propios miembros de la ASEAN han impedido una respuesta unificada y contundente.

«China ahora ve a Filipinas como un aliado de EE.UU. Como tal, Pekín ve poco que ganar al retirarse de su actividad asertiva en y alrededor de sus aguas.» – John Rennie Short, Profesor Emérito, UMBC.

Este ataque a Filipinas funciona como una prueba de fuego para la estrategia de «hedging» de la región. Al hacer un ejemplo público de Manila, China obliga a países como Vietnam y Malasia a tomar una decisión difícil: condenar a Pekín y arriesgarse a las consecuencias, o permanecer en silencio, lo que en la práctica legitima las acciones chinas y debilita la red de alianzas de Washington en la región.

La Reacción Internacional: Condena de Washington y la Defensa de Pekín

La respuesta internacional no se hizo esperar. La embajada de Estados Unidos en Manila condenó las «acciones peligrosas» de China y reafirmó su apoyo a Filipinas y a la defensa de la libertad de navegación.

Por su parte, China defendió sus acciones. Un portavoz de la Guardia Costera china, Liu Dejun, acusó al buque filipino Datu Taradapit de «intrusión deliberada» en lo que Pekín considera sus aguas soberanas (que denomina Huangyan Dao). Afirmó que sus fuerzas tomaron «medidas necesarias» en respuesta a lo que calificó como una «provocación» que «violó gravemente la soberanía de China».

El choque en Scarborough Shoal, aunque localizado, es un microcosmos de la intensa rivalidad entre Estados Unidos y China. Con Filipinas en la primera línea de esta «fractura geopolítica», cada incidente de este tipo tiene el potencial de escalar, poniendo a prueba la estabilidad de una de las rutas marítimas más importantes del mundo.

Paloma Franco
Paloma Franco
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