El Gobierno de Pedro Sánchez califica de «irracional» la propuesta de EE.UU. y del jefe de la OTAN, Mark Rutte, abriendo una brecha en la Alianza. Conoce los detalles.
España ha provocado un terremoto en el seno de la OTAN al oponerse frontalmente a la nueva exigencia, impulsada por Estados Unidos y el secretario general Mark Rutte, de elevar el gasto en defensa de los países miembros al 5% de su PIB, una medida que Madrid considera «irracional».
La unidad de la OTAN se ha resquebrajado. En un movimiento de gran calado geopolítico, el Gobierno de España, presidido por Pedro Sánchez, ha liderado la oposición a la propuesta de aumentar drásticamente el objetivo de gasto en defensa de los aliados al 5% del Producto Interior Bruto (PIB). Esta postura choca directamente con la línea dura promovida por Estados Unidos y el nuevo secretario general de la Alianza, Mark Rutte, generando una de las crisis internas más significativas de los últimos años.
La presión para aumentar la inversión militar ha crecido exponencialmente ante la guerra en Ucrania y la percepción de una amenaza rusa más directa. «Con la nueva tecnología, entre Varsovia y Madrid hay 10 minutos de diferencia», advirtió Rutte para justificar la urgencia. Desde Washington, el mensaje ha sido aún más directo: «Incluyo a nuestros amigos españoles» en la exigencia de un mayor esfuerzo, declaró un alto funcionario estadounidense.
La postura de España: «irracional y desproporcionado»
La respuesta de Moncloa ha sido contundente. Fuentes del Gobierno español han calificado la propuesta del 5% como «irracional» y han negado haberse comprometido a alcanzar siquiera el objetivo previo del 2% a corto plazo, corrigiendo declaraciones anteriores de Rutte.
El presidente Sánchez ha defendido que la seguridad no puede medirse únicamente en porcentajes del PIB y que cada país debe decidir los «sacrificios» que impone a su ciudadanía, como subidas de impuestos o recortes en servicios públicos. Esta posición sitúa a España como el principal escollo para un consenso en la Alianza, que toma sus decisiones por unanimidad.
«No comparto ese término [rearme]. Creo que tenemos que hablar de una cultura de la defensa que nos haga conscientes de que nuestras libertades y nuestra democracia no están garantizadas.» – Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno de España.
Una alianza dividida: ¿Quién apoya qué?
La propuesta del 5% no solo enfrenta la oposición de España. Países como Alemania y Francia han abogado históricamente por un enfoque en la «calidad» del gasto y no solo en la «cantidad». Sin embargo, la presión es enorme, y se barajan fórmulas intermedias, como un objetivo del 3,5% del PIB en defensa más un 1,5% en otros gastos de seguridad para acercarse a la cifra exigida por Washington.
| País | Postura sobre el Gasto en Defensa | Gasto Actual (Estimado) |
|—|—|—|
| EE.UU. | Exige un mínimo del 5% del PIB a todos los aliados. | ~3.5% |
| Reino Unido | Apoya un aumento significativo del gasto. | ~2.3% |
| Alemania | Pide «realismo», aboga por gasto de «calidad». | ~1.6% |
| Francia | Similar a Alemania, prioriza la autonomía estratégica. | ~1.9% |
| España | Rechaza el 5%, califica la meta de «irracional». | ~1.2% |
La cumbre de la OTAN que se celebrará próximamente en La Haya se perfila como un escenario de máxima tensión. La decisión que se tome no solo definirá el futuro del rearme europeo, sino también el equilibrio de poder y la cohesión dentro de la alianza militar más poderosa del mundo.


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