En el corazón del Vaticano, donde el silencio suele ser signo de contemplación, resonarán esta semana voces jóvenes decididas a transformar el dolor en esperanza. Del 2 al 5 de noviembre, el programa Meaning Meets Us reunirá a jóvenes palestinos, israelíes y estadounidenses para dialogar sobre reconciliación, identidad y paz.
El evento, organizado por Scholas Ocurrentes y respaldado por universidades como la Hebrea de Jerusalén, Tel Aviv y Georgetown, llega justo después del alto el fuego entre Israel y Gaza, un momento que abre la posibilidad de sanar heridas tras años de violencia.
Diálogo interreligioso: cuando el arte y la ciencia se encuentran
Durante cuatro días, los jóvenes convivirán en Roma y en el Vaticano, participando en talleres artísticos, debates científicos y actividades que invitan al entendimiento entre judíos, musulmanes y cristianos.
El presidente de Scholas, José María del Corral, explicó que el objetivo no es convencer, sino encontrarse:
“La paz es don y tarea. Por eso hemos convocado a jóvenes de distintas tradiciones a construir juntos Jerusalén como ciudad de Paz y Encuentro”.
La metodología del programa, inspirada por la Universidad del Sentido creada por el Papa Francisco, busca romper con los discursos polarizados que dividen al mundo, promoviendo un aprendizaje humano y emocional que nace del diálogo y la escucha.
Las heridas del conflicto y la valentía de escucharse
El alto el fuego entre Israel y Gaza permitió la liberación de rehenes y el ingreso de ayuda humanitaria, pero las cicatrices emocionales siguen abiertas. En este contexto, Meaning Meets Us ofrece un espacio donde la juventud se atreve a mirar más allá del pasado y construir un nuevo relato común.
El profesor Elitzur Bar-Asher Siegal, de la Universidad Hebrea, subrayó el papel de la academia:
“Las universidades deben recuperar su papel como lugares donde se habla con valentía y apertura. Junto a Scholas, aprendemos que abrir la mente comienza por abrir el corazón”.
Los testimonios de los participantes revelan la potencia transformadora del encuentro. Yoam, joven israelí, confesó:
“No vine a cambiar el mundo, pero algo cambió en mí”.
Una estudiante palestina reconoció que el diálogo fue incómodo, pero necesario:
“Solo al mirarnos a los ojos descubrimos que el otro también sufre”.
Scholas Ocurrentes y el legado del Papa Francisco
El Papa Francisco ha sido un respaldo constante del proyecto. En la primera edición, celebrada en febrero, los recibió personalmente y les habló de su comunicación diaria con la capilla de Gaza, símbolo de su compromiso con la región.
El pontífice promueve una idea central: la paz se construye desde la educación, no desde el poder. Y eso es lo que este foro representa: jóvenes que aprenden a escucharse y a convivir, a encontrar en el arte y el pensamiento científico caminos para sanar colectivamente.
Un futuro que nace del encuentro
Entre debates intensos, comidas compartidas y risas espontáneas, los participantes descubren lo que la guerra había intentado borrar: la humanidad compartida. En tiempos donde las divisiones parecen crecer, este foro en el Vaticano recuerda que la verdadera reconciliación empieza con un gesto tan sencillo como mirar al otro con empatía.
El mensaje es claro: la paz no se decreta, se construye juntos.


TE PODRÍA INTERESAR