Ecuador enfrenta una crisis social y política que se agudiza en la quinta semana del paro nacional, caracterizada por enfrentamientos entre comunidades indígenas, sindicatos, estudiantes y fuerzas de seguridad. En este contexto, el presidente Daniel Noboa solicitó el apoyo de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la agregaduría militar de Israel para fortalecer la estrategia de seguridad del país.

Paro nacional continúa pese a la represión

Las organizaciones indígenas, campesinas y estudiantiles han ratificado la continuación del paro popular hasta que el gobierno cumpla varias demandas: eliminar el aumento de un dólar en el precio del diésel, liberar a los detenidos, despejar las carreteras bloqueadas y establecer un diálogo político efectivo que atienda la crisis económica, la inseguridad y la falta de servicios públicos, incluyendo atención médica en hospitales estatales.

La respuesta gubernamental hasta el momento ha sido un rechazo al diálogo y un incremento de la presencia policial y militar en diversas provincias, particularmente en Quito y zonas aledañas, lo que ha intensificado la tensión social.

Acuerdo con la OEA para seguridad multidimensional

Tras un encuentro con el secretario general de la OEA, Albert Ramdin, Noboa firmó un acuerdo para implementar una estrategia de seguridad multidimensional. Ramdin señaló que Ecuador enfrenta una “coyuntura de seguridad compleja”, marcada por la expansión de redes criminales transnacionales, y que se requiere fortalecer la inteligencia, el combate al narcotráfico y la cooperación internacional.

El acuerdo incluye cooperación en áreas como:

• Sistemas de inteligencia
• Control del tráfico ilícito de armas
• Prevención de la violencia
• Fortalecimiento del sistema penitenciario
• Ciberseguridad

Estas medidas buscan reforzar la capacidad del Estado para responder a amenazas internas y externas, aunque su implementación ocurre en medio del paro nacional, que sigue siendo la prioridad y principal preocupación del gobierno.

Colaboración militar con Israel

Por su parte, el embajador de Israel en Ecuador, Tzach Sarid, anunció que el agregado de Defensa israelí con residencia en Buenos Aires visitará Ecuador la próxima semana para colaborar en la lucha contra la inseguridad. Esta acción se suma a la cooperación con la OEA, en un intento de reforzar la estrategia de seguridad nacional frente a la crisis social.

Repatriación de sobreviviente de ataque estadounidense

En paralelo, el gobierno ecuatoriano confirmó que Andrés Fernando Tufiño Chila, ciudadano ecuatoriano que sobrevivió a un ataque militar estadounidense en aguas colombianas, fue repatriado y se encuentra en buen estado de salud. La Fiscalía de Ecuador concluyó que no cometió ningún delito en territorio ecuatoriano y no había evidencia que lo incriminara.

El ataque, que involucró a un presunto “narcosubmarino” o lancha sospechosa de tráfico de drogas, resultó en la muerte de dos personas, mientras que dos sobrevivientes, un ecuatoriano y un colombiano, fueron repatriados. Las declaraciones del vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, no han sido comentadas por autoridades locales.

Crisis social y desafíos para el gobierno

La situación en Ecuador evidencia la complejidad del conflicto social y político, con un paro nacional que mantiene la presión sobre el gobierno mientras se intensifican los controles policiales y militares. La combinación de demandas sociales, inseguridad y cooperación internacional pone a prueba la capacidad de diálogo y gestión política de la administración de Noboa.

Ecuador se encuentra en un momento crítico, donde la protesta social se enfrenta a la represión estatal y a la búsqueda de soluciones mediante cooperación internacional en seguridad. La participación de la OEA y Israel refleja la intención del gobierno de reforzar su estrategia frente a amenazas internas y externas, mientras los ciudadanos exigen respuestas concretas a sus demandas económicas y sociales.

El desenlace del paro nacional dependerá tanto de la disposición del gobierno a dialogar y atender reclamos como de la eficacia de las medidas de seguridad implementadas, en un contexto de creciente tensión social y presión internacional.