India celebra un hito histórico con el exitoso despegue del Capitán de Grupo Shubhanshu Shukla en la misión Axiom-4, convirtiéndose en el primer astronauta del país en 41 años en viajar al espacio y el primero en visitar la Estación Espacial Internacional.
Cuarenta y un años después de que Rakesh Sharma se convirtiera en un héroe nacional, India ha vuelto a enviar a uno de los suyos a las estrellas. El Capitán de Grupo de la Fuerza Aérea India, Shubhanshu Shukla, despegó con éxito este miércoles a bordo de una cápsula Dragon de SpaceX, como parte de la misión privada Axiom-4 (Ax-4), con destino a la Estación Espacial Internacional (ISS).
El lanzamiento, que tuvo lugar desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Florida, ha desatado una ola de euforia y orgullo en toda la India. El Primer Ministro Narendra Modi declaró que Shukla lleva consigo «las esperanzas y aspiraciones de 1.4 mil millones de indios». Shukla, un experimentado piloto de pruebas de 39 años y oriundo de Lucknow, no solo se convierte en el segundo indio en el espacio, sino en el primero en visitar la ISS.
Más que un Viaje, una Inversión Estratégica
La participación de India en la misión Ax-4 no es un acto simbólico, sino una inversión estratégica y calculada. El costo del asiento de Shukla, estimado en más de 65 millones de dólares, es una pieza clave en el camino hacia el objetivo más ambicioso de la India: la misión Gaganyaan, su primer vuelo espacial tripulado con tecnología propia, previsto para los próximos años.
Shukla no es un turista espacial. Es el piloto de la misión y un investigador que llevará a cabo más de 60 experimentos en microgravedad durante su estancia de dos semanas en la ISS. Siete de estos experimentos han sido diseñados específicamente por institutos indios y abarcan áreas como la miogénesis (desarrollo muscular) y el cultivo de semillas alimenticias en el espacio. Su experiencia en el espacio será invaluable para entrenar a futuras tripulaciones indias.
La Nueva Carrera Espacial: Colaborativa y Comercial
La misión Ax-4 es un ejemplo perfecto de la «nueva carrera espacial» del siglo XXI. A diferencia de la competencia entre superpotencias de la Guerra Fría, esta nueva era se caracteriza por la colaboración público-privada e internacional. En esta misión, una agencia estatal (la Organización de Investigación Espacial de la India, ISRO) se asocia con dos empresas privadas estadounidenses (Axiom Space y SpaceX) para acelerar su programa espacial y lograr sus objetivos de manera más rápida y eficiente.
«Realmente creo que, aunque yo, como individuo, estoy viajando al espacio, este es el viaje de 1.4 mil millones de personas.» – Shubhanshu Shukla, astronauta.
El impacto más profundo de esta misión reside en el «poder blando». Proyecta al mundo la imagen de una India moderna, tecnológicamente avanzada y con grandes ambiciones. En un momento de intensa competencia geopolítica en Asia, especialmente con su rival regional, China, la capacidad de enviar a sus propios ciudadanos al espacio es una poderosa declaración de estatus y capacidad. Para la India, el regreso a las estrellas es tanto una hazaña científica como un triunfo geopolítico.


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