La “droga zombi” ya es una amenaza real en México. La xilacina, un sedante veterinario que jamás fue aprobado para uso humano, ha empezado a aparecer cada vez más mezclada con drogas ilícitas como fentanilo, cocaína o heroína, encendiendo las alarmas de autoridades de salud mexicanas y estadounidenses.
Según los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de EE.UU., el gran peligro es que muchas personas la consumen sin saberlo, pues se usa como adulterante para prolongar o potenciar los efectos de otras sustancias. El resultado son sobredosis más difíciles de revertir y lesiones que han dado origen a su apodo de “droga zombi”.
¿Qué es la xilacina y por qué es tan peligrosa?
La xilacina es un sedante para uso veterinario, usado para tranquilizar caballos u otros animales grandes. En humanos, sus efectos pueden ser devastadores:
- Disminuye la frecuencia respiratoria y cardiaca a niveles peligrosos.
- Provoca hipotensión severa.
- No existe antídoto aprobado para revertir sus efectos en caso de sobredosis.
Además de esto, su uso repetido está vinculado con lesiones cutáneas graves: úlceras, abscesos e infecciones profundas que en algunos casos requieren amputaciones.
La mezcla mortal con fentanilo
En Estados Unidos, la combinación de xilacina con fentanilo ha disparado las alarmas. Según el NIH, se ha encontrado mezclada en metanfetamina, cocaína y heroína, además del propio fentanilo.
“La xilacina se ha utilizado para adulterar drogas recreativas con el fin de extender la duración de los efectos o aumentar su valor en el mercado callejero”, explicó la dependencia.
En 2022, la DEA reportó incautaciones de mezclas de fentanilo y xilacina en 48 de los 50 estados de EE.UU.
Avance en México y advertencias
En México, autoridades sanitarias han reconocido que ya se documenta su uso ilegal en humanos, sobre todo como adulterante de heroína desde mediados de los 2000.
Lesiones de la “droga zombi”
El uso de xilacina no solo causa sobredosis:
- Provoca úlceras cutáneas profundas que pueden infectarse.
- Aumenta el riesgo de bacteriemia, endocarditis y sepsis.
- Puede requerir amputaciones en casos graves.
- Las lesiones suelen aparecer en brazos, piernas, manos o pies, pero pueden surgir en cualquier parte del cuerpo.
El Departamento de Servicios de Salud de Wisconsin documentó testimonios de consumidores:
“Me hizo desmayarme y me desperté con vómito encima”.
“Sentía la piel en llamas y los dientes sueltos”.
Autoridades en México y Estados Unidos coinciden en que la xilacina no es solo un tema de drogas ilegales, sino un problema de salud pública en expansión. Su mezcla con opioides potentes como el fentanilo la convierte en una amenaza sin precedentes, difícil de tratar y más letal que nunca.
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