La violencia en Sinaloa ha alcanzado niveles alarmantes. Desde el 25 de julio, cuando se filtraron detalles sobre la reunión en la que Héctor Melesio Cuén Ojeda fue asesinado, la incertidumbre crece día con día. Las versiones oficiales se tambalean, mientras la ciudadanía exige respuestas.
El asesinato de Cuén no fue un hecho aislado. Según datos oficiales, 422 personas han sido asesinadas y cientos están desaparecidas desde el 9 de septiembre. Las calles de Culiacán viven un constante estado de sitio, con enfrentamientos que paralizan la ciudad en cuestión de minutos.
¿Qué sucedió el 25 de julio? El misterio sin resolver
El gobernador de Sinaloa aseguró estar fuera del estado durante los hechos, presentando un registro de vuelo como prueba. Sin embargo, la versión oficial ha sido desmentida por la Fiscalía General de la República, que confirmó que el asesinato de Cuén ocurrió en una quinta donde, presuntamente, se celebraba una reunión entre líderes políticos y criminales.
Cuestionamientos clave al gobernador:
- ¿Por qué se intentó ocultar el lugar real del asesinato?
- ¿Quiénes participaron en la reunión y cuál era su propósito?
- ¿Por qué se insiste en mantener a policías locales que no pasan los controles de confianza?
La falta de claridad solo alimenta las sospechas. El gobernador, quien ha evitado entrevistas sobre el tema, enfrenta críticas tanto de la ciudadanía como de instancias federales.
El impacto humano de la violencia en Culiacán
La vida cotidiana en Culiacán ha cambiado radicalmente. Las balaceras y bloqueos han dejado miles de familias en la incertidumbre y el miedo constante.
- Escuelas cerradas: Decenas de planteles han suspendido actividades por amenazas de enfrentamientos.
- Economía paralizada: Comerciantes, músicos y trabajadores de servicios se ven forzados a detener sus actividades ante el aumento de la violencia.
- Crisis humanitaria: Más de 422 asesinatos oficiales y un número indeterminado de desaparecidos han dejado un vacío en las familias y una herida en la comunidad.
El narco y la política: ¿quién protege a quién?
El traslado de Ismael “El Mayo” Zambada a Estados Unidos ha generado especulación. Las facciones del Cártel de Sinaloa luchan por el poder, pero también por mantener en silencio a figuras clave que podrían revelar vínculos con políticos locales.
Las preguntas que persisten:
- ¿Por qué es tan preocupante que El Mayo hable?
- ¿Qué información podría revelar sobre los nexos entre el narco y las autoridades?
El gobierno estatal parece más preocupado por la soberanía nacional que por esclarecer la verdad de los hechos o proteger a su ciudadanía.
Transparencia en peligro: La extinción del Inai
En paralelo, la desaparición del Instituto Nacional de Transparencia (Inai) pone en riesgo el acceso a la información sobre estos y otros casos. Según Adrián Alcalá, último comisionado presidente del Inai, el control de la información pasará al Poder Ejecutivo, limitando la capacidad ciudadana de exigir rendición de cuentas.
“La extinción del Inai es un golpe directo a la transparencia. Sin este órgano, la opacidad será la regla”, declaró Alcalá.
Culiacán necesita respuestas, no evasivas
La violencia y el silencio oficial son una combinación peligrosa. Sinaloa, una región estratégica para México, enfrenta no solo una crisis de seguridad, sino también una pérdida de confianza en sus instituciones.
La ciudadanía merece claridad sobre el papel del gobierno en estos eventos. Las preguntas sin respuesta solo perpetúan la desconfianza y el sufrimiento de miles de familias que viven bajo el yugo de la violencia.
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