Las víctimas del caso Guardería ABC exigen justicia tras la deportación de Sandra Téllez
La noticia cayó como un golpe en el corazón de Hermosillo. La deportación de Sandra Lucía Téllez Nieves, una de las socias propietarias de la Guardería ABC, reavivó el dolor y la rabia de las familias que perdieron a sus hijos en el incendio del 5 de junio de 2009. Para ellos, no hay justicia ni reparación posible, solo la amarga sensación de que el sistema volvió a fallar.
Ofelia Vázquez Ruelas, madre de Germán Paul, uno de los 49 niños fallecidos, resumió el sentimiento de los padres con voz quebrada: “Seguimos destrozados. No hay confianza hacia el gobierno; nos arrebataron la vida de nuestros hijos y no hemos recibido justicia real”.
Desconfianza y enojo por el manejo del caso
Aunque la Fiscalía General de la República (FGR) anunció con orgullo la captura y repatriación de Téllez Nieves, los padres se enteraron por los medios de comunicación, no por una notificación oficial. El hecho aumentó su indignación y la percepción de que siguen siendo ignorados por las autoridades.
“De un día para otro, por un comunicado, dicen que ya está en México, pero a nosotros nadie nos avisa”, reclamó Patricia Duarte Franco, madre de Andrés Alonso. “No les creo ni a la fiscalía ni a quienes ahora están festejando. Ya aprendimos a no celebrar antes de tiempo”.
Una sentencia reducida que deja un amargo sabor
Para los padres, la reducción de la condena de Sandra Téllez —de 28 años a solo 5 años y 7 meses— fue otro golpe devastador. Lo consideran una muestra más de influencias políticas y manipulación judicial.
“Es una fachada, una cortina de humo”, aseguró Ofelia Vázquez. “De una sentencia justa por la muerte de nuestros hijos, se redujo la pena gracias a las conexiones entre abogados y autoridades”.
La sensación general es que el sistema protege a los poderosos y castiga el dolor de las víctimas, mientras la impunidad se convierte en la regla.
La fuga y deportación de Sandra Téllez
En 2022, Téllez Nieves violó su libertad condicional y huyó a Estados Unidos, donde solicitó asilo político, alegando persecución. Sin embargo, en agosto de este año fue detenida en Arizona gracias a una ficha roja de Interpol y recluida en el centro migratorio de Eloy.
El viernes pasado fue deportada a México y entregada a la Fiscalía Especializada de Control Regional en Sonora, donde deberá cumplir su sentencia por homicidio y lesiones culposas. Pese a ello, las familias desconfían de que la justicia se cumpla cabalmente.
El incendio que marcó una generación
El 5 de junio de 2009, un incendio en una bodega contigua a la Guardería ABC se propagó con rapidez. Las llamas y el humo atraparon a decenas de niños que no pudieron escapar debido a las deficiencias en seguridad del inmueble.
El resultado fue una de las tragedias más dolorosas de México: 49 niños muertos y más de 70 heridos. La investigación reveló irregularidades, permisos falsificados y negligencia por parte de autoridades locales y federales. Desde entonces, las familias han librado una batalla constante contra el olvido y la impunidad.
La lucha de los padres por la verdad
Durante estos 16 años, los padres han marchado, protestado y acudido a los tribunales buscando que se reconozca la responsabilidad completa de los implicados, tanto de los propietarios de la guardería como de los funcionarios que permitieron su operación.
“Queremos justicia, no venganza”, repite Patricia Duarte. “Nuestros hijos murieron por corrupción y negligencia. No queremos que nadie más sufra lo mismo”.
La lucha se ha convertido en un símbolo nacional de resistencia civil frente a la indiferencia institucional.
Justicia pendiente para las víctimas del incendio
La deportación de Sandra Téllez no representa el final del caso, sino otro recordatorio de que la justicia en México sigue siendo lenta y desigual. Las familias del caso Guardería ABC exigen que esta vez no haya simulación ni protección a los culpables.
Para ellos, el verdadero cierre llegará cuando se castigue a todos los responsables, se repare el daño moral y se garantice que una tragedia así nunca vuelva a repetirse.
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