Mientras Estados Unidos lidia con un nuevo cierre de gobierno, el presidente Donald Trump no permitirá que ese impasse arruine la conmemoración del 250 aniversario de la Marina. El domingo, se llevará a cabo un espectáculo naval en Norfolk, Virginia, con la presencia del mandatario, pese a que miles de trabajadores federales están sin paga y muchas operaciones gubernamentales están suspendidas.
Trump lo dejó claro en su cuenta en Truth Social:
“¡Creo que ‘EL ESPECTÁCULO DEBE CONTINUAR!’” y prometió un evento que demostrará la fuerza naval del país.
Militares sin paga, pero el evento sigue
El cierre del gobierno dejó al personal militar trabajando sin salario y suspende proyectos federales en diversos estados. Aun así, este acto navideño en Norfolk sigue en pie.
Republicanos y demócratas se culpan mutuamente por el impasse, en el que afectaciones como el pago de subsidios de salud y recursos esenciales se han tensado. Trump, por su parte, acusa a los demócratas de querer sabotear la celebración naval del aniversario.
Un espectáculo militar bajo tensión política
Mientras Trump prepara el homenaje, la política se filtra. Melania Trump, el secretario de la Marina John Phelan y el secretario de Defensa Pete Hegseth están confirmados para asistir.
En días recientes, Trump ha sugerido que ciudades podrían ser usadas como campos de entrenamiento militar. Hegseth, por su parte, presentó nuevas directrices que enfatizan estándares físicos “masculinos” para las tropas y rechazan la cultura “woke”.
Este enfoque militarista también extiende el uso de las fuerzas armadas contra disturbios internos y al crimen organizado. En su discurso, Trump habló de la necesidad de combatir la “invasión desde dentro”.
Tradición naval en riesgo de convertirse en discurso político
El aniversario 250 de la Marina es una tradición patriótica en EE. UU., celebrando más de dos siglos de defensa marítima. Pero en este contexto, parece haberse transformado en una plataforma política.
Trump ha vinculado la celebración con su agenda de seguridad nacional, enfatizando que la Marina simboliza lo mejor del poder militar estadounidense. Algunos críticos advierten que usar un homenaje naval en medio de un cierre gubernamental podría debilitar la solemnidad del momento y politizar algo que históricamente fue apolítico.
Entre el espectáculo y la realidad del gobierno
Para muchos ciudadanos y militares que no reciben pago, el evento puede verse como una contradicción: celebrar fuerza militar mientras buena parte del gobierno está paralizado.
El episodio invita a reflexionar: ¿cuál es el papel de los símbolos militares en una nación enfrentada por divisiones políticas profundas? Y ¿hasta qué punto un líder puede conjugar espectáculo, patriotismo y gestión gubernamental efectiva?
Para Trump, el mensaje es claro: la Marina y su poderío seguirán celebrándose. Para el resto, el desafío es que no se vuelva espectáculo vacío cuando el gobierno nacional no puede sostener sus funciones básicas.


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