La colonia Cuarta Transformación, en el municipio de Tultitlán, Estado de México, se convirtió en escenario de un acto de inconformidad social que pone en evidencia el descontento de los habitantes por la imposición de cambios sin consultarles. En un episodio que sacudió la tranquilidad de esta zona, los vecinos organizaron un operativo para retirar las placas de nomenclatura que habían sido instaladas hace poco más de un mes. Los nuevos nombres de las calles, que incluían frases icónicas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y su partido Morena, fueron el punto de quiebre.
Los nombres impuestos: frases célebres del gobierno de Morena
Las placas que los habitantes de la colonia Cuarta Transformación retiraron contenían frases célebres del presidente López Obrador y su gobierno, tales como “Me canso ganso”, “Abrazos, no balazos”, “Reforma Judicial”, “Tren Maya”, “Tianguis del Bienestar”, entre otras. Esta decisión fue tomada por el presidente municipal de Tultitlán, Mariano Escobedo, como un homenaje al fin del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien terminó su mandato en 2024.
Sin embargo, los residentes de esta colonia no recibieron bien este gesto. La instalación de las placas sin previo aviso y sin consulta generó una serie de molestias, entre ellas el costo que les implicaría actualizar toda su documentación oficial, como el INE y recibos. La situación se complicó aún más por el error ortográfico en la placa que llevaba la frase “Me canso ganzo” en lugar de “Me canso ganso”, lo cual acentuó la indignación.
Retiro de placas: una protesta ciudadana
La operación para retirar las placas comenzó con una gran movilización vecinal, donde la comunidad se unió para desmantelar los signos de la Cuarta Transformación. Entre risas y gritos de descontento, los vecinos utilizaron herramientas para desmontar las placas una por una, mientras algunos manifestaban su frustración por el hecho de no haber sido consultados.
Aunque algunas patrullas municipales llegaron al lugar, no pudieron hacer nada para evitar que los residentes se llevaran las placas. Según testigos, los oficiales se enfrentaron a una resistencia violenta, ya que los vecinos lanzaron piedras contra las patrullas, lo que obligó a las autoridades a retirarse del área.
La falta de consulta: un malestar profundo
Uno de los principales reclamos de los vecinos fue la falta de consulta antes de realizar el cambio de nombres. Sin previo aviso ni participación ciudadana, la decisión fue tomada por el gobierno municipal, lo que generó una sensación de despojo. Los habitantes de Tultitlán expresaron que no solo los nombres de las calles habían cambiado, sino también su cotidianidad, pues tendrían que pasar por un proceso largo y tedioso de actualización de sus documentos oficiales.
“No afecta solo porque los nombres cambian, sino porque tendremos que cambiar todo: INE, recibos, documentos oficiales. No nos consultaron ni informaron nada”, comentó uno de los residentes en una entrevista con un medio local.
El hecho de que el cambio de nombres haya sido hecho sin la consulta previa de los afectados dejó una sensación de despojo y vulnerabilidad en los vecinos. Esta protesta no solo refleja una inconformidad puntual, sino también la falta de un diálogo abierto y participativo entre las autoridades y los ciudadanos.
El contexto político: la Cuarta Transformación en juego
El rebautizo de la colonia Cuarta Transformación no es un caso aislado, sino un reflejo de las tensiones políticas que aún persisten en el país. La decisión de cambiar los nombres de las calles en Tultitlán tenía un claro objetivo: rendir homenaje al legado político de López Obrador y su gobierno de Morena. Sin embargo, la falta de consulta a la comunidad demuestra la desconexión que a veces se percibe entre los proyectos gubernamentales y la realidad cotidiana de los ciudadanos.
Un mensaje de resistencia
El incidente en Tultitlán pone en evidencia cómo, a nivel local, las decisiones de cambio sin participación ciudadana pueden generar rechazo y resistencia. A pesar de las dificultades, los vecinos de la colonia Cuarta Transformación lograron transmitir su descontento de manera pacífica pero firme. Este acto de desobediencia es un claro mensaje de que los ciudadanos esperan ser escuchados, y que no están dispuestos a aceptar cambios sin ser parte del proceso. La protesta de los habitantes de Tultitlán refleja un sentimiento generalizado en muchas comunidades del país: la necesidad de ser consultados y respetados en los proyectos que les afectan directamente.
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