En un esfuerzo por reconfigurar el paisaje urbano de la Ciudad de México, el gobierno capitalino lanzó un proyecto único: La Ciudad de las Heroínas. Este ejercicio busca honrar a mujeres destacadas, sustituyendo nombres de calles y avenidas asociados a figuras masculinas que, según el proyecto, “no representan los principios de libertad y derechos de nuestra ciudad”.
Aunque el período de votación ha finalizado, el impacto de esta iniciativa promete cambiar la manera en que la ciudadanía percibe su historia, el espacio público y los símbolos que define su identidad.
Un ejercicio de democracia simbólica
La Ciudad de las Heroínas no solo busca reconocer a mujeres que han dejado un legado cultural, social o político, sino también fomentar la participación ciudadana. A través de una votación pública, la ciudadanía eligió entre 29 mujeres destacadas para decidir quiénes darán nombre a nuevas calles o sustituirán las existentes.
¿Por qué cambiar los nombres de las calles?
- Visibilizar el aporte femenino: Muchas mujeres influyentes han sido históricamente olvidadas en los espacios públicos.
- Reivindicar la igualdad: Los nombres de calles suelen ser un reflejo del poder patriarcal; este proyecto busca equilibrar esa representación.
- Educar y generar conciencia: Cada placa se convierte en una oportunidad para aprender sobre figuras históricas femeninas.
Las favoritas de la votación
1. Rita Guerrero (6,859 votos)
La vocalista de Santa Sabina y militante de izquierda arrasó en la votación. Su legado como cantante y activista social la convirtió en la favorita para encabezar esta iniciativa.
2. Adela Salazar (2,558 votos)
Conocida por su activismo social y su encarcelamiento en 1968, su historia inspira por la valentía con la que ayudó a mujeres presas a recuperar su libertad.
3. Benita Galeana (1,969 votos)
Sindicalista y feminista, es un emblema de lucha obrera y derechos sociales en México.
Otras figuras destacadas:
- Rosario Castellanos (902 votos), escritora clave en la literatura mexicana.
- Chavela Vargas (640 votos), la icónica cantante que transformó el género ranchero.
- Nina Simone (233 votos), reconocida como la «Sacerdotisa del Soul».
¿Cómo funciona el cambio de nomenclatura?
La Comisión de Nomenclatura de la CDMX, dirigida por la Secretaría de Vivienda, es la responsable de coordinar y ejecutar los cambios de nombres. Su tarea incluye:
- Revisión de nombres actuales: Identificar calles o avenidas que puedan cambiarse.
- Consulta ciudadana: Permitir a la ciudadanía participar en la elección de los nuevos nombres.
- Asignación y modificación: Instalar placas conmemorativas y oficializar el cambio en los registros públicos.
Un proyecto con detractores y defensores
Mientras algunos celebran esta iniciativa como un paso hacia la inclusión y equidad, otros critican aspectos como:
- El método de votación: La baja participación refleja desinterés o desconocimiento.
- La eliminación de nombres masculinos históricos: Se percibe como un borrado selectivo de la historia.
- Politización del proyecto: Algunos lo ven como un movimiento simbólico sin impacto real en los derechos de las mujeres.
Sin embargo, los defensores argumentan que el simple hecho de visibilizar a estas figuras es un avance significativo hacia la justicia histórica.
¿Qué calles podrían cambiar de nombre?
Aunque no se ha anunciado oficialmente qué vías cambiarán su nomenclatura, algunas avenidas importantes están en la mira para rendir homenaje a estas mujeres destacadas. Rita Guerrero, por ejemplo, podría dar nombre a una calle emblemática del sur de la ciudad, mientras que Benita Galeana y Rosario Castellanos podrían ser inmortalizadas en el centro histórico.
La Ciudad de las Heroínas es mucho más que un cambio de nombres en las calles: es un símbolo de transformación cultural y de reconocimiento a las mujeres que han marcado la historia. Este proyecto no solo reconfigura el espacio urbano, sino que también plantea preguntas profundas sobre la representación, la memoria colectiva y los valores que queremos destacar como sociedad.
La elección de figuras como Rita Guerrero y Adela Salazar es un recordatorio de que el pasado está vivo en las calles que transitamos todos los días. Al caminar por estas vías, la ciudadanía podrá reflexionar sobre el impacto de estas mujeres y la importancia de mantener vivo su legado.
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