La temporada de lluvias en México podría extenderse hasta febrero de 2026, advirtió Víctor Manuel Torres Puente, investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de la UNAM.
El especialista explicó que esta situación se debe a fenómenos oceánicos que intensifican tormentas, condiciones similares a las que se presentaron hace 15 años y que podrían generar un patrón de lluvias prolongadas, especialmente en el sureste del país.
“En 2009 tuvimos una situación muy parecida: la oscilación decadal del Pacífico (PDO) estaba en fase negativa y la oscilación multidecadal del Atlántico (AMO) en positiva. Hoy los índices climáticos y las condiciones oceánicas y atmosféricas son casi idénticas”, señaló Torres Puente.
¿Por qué se podrían alargar las lluvias?
El académico explicó que la PDO negativa genera un calentamiento anómalo en la costa del Pacífico mexicano, mientras que la AMO positiva influye en un comportamiento similar, provocando que las aguas frente a México se calienten más de lo normal, favoreciendo la formación de tormentas tropicales y ciclones.
Torres Puente advirtió que el calentamiento global podría acortar los ciclos entre fenómenos oceánicos, aumentando la frecuencia de temporadas de lluvias intensas. Según sus estimaciones, hay un 80% de probabilidad de que las precipitaciones se prolonguen hasta febrero de 2026, principalmente en el sureste mexicano.
“Los extremos se vuelven más intensos. Periodos secos prolongados pueden ser seguidos de lluvias torrenciales, porque hay un exceso de energía que debe liberarse”, explicó el investigador.
Presas al límite y riesgos de inundaciones
La Secretaría de Marina informó que 55 presas están por encima del 95% de su capacidad, y 41 han superado el 100%. Entre las más críticas están:
- Paso Piedra (Veracruz): 170.27%
- Sistema Lagunario del río Tamesí (Tamaulipas): 134.76%
- Cajón de Peña (Jalisco): 116.66%
- Madín, Valle de México: 112.65%
- La Calera, Guerrero: 113.86%
En el caso del Sistema Cutzamala, que abastece al Valle de México, las presas aún no rebasan su capacidad, pero se mantienen cerca del límite.
Torres Puente insistió en la necesidad de investigación meteorológica, coordinación institucional y comunicación clara a la población: “La atmósfera tiene memoria. Si aprendemos a leerla, podremos anticipar escenarios extremos”.
La UNAM refuerza su papel en promover una cultura de prevención basada en evidencia, instando a autoridades y sociedad a reaccionar ante señales de alerta antes de que se conviertan en emergencias.


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