La Universidad Nacional Autónoma de México registra una caída del 30% en la demanda de ingreso en los últimos cinco años. En 2020, 290 mil 759 jóvenes participaron en el concurso de selección; para el ciclo 2025, la cifra descendió a 202 mil 101, es decir, 88 mil menos.
El investigador Hugo Casanova, del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, señaló que este fenómeno no responde a una única causa, sino a una combinación de factores. Entre ellos, la desigualdad social, la necesidad de trabajar en lugar de estudiar, la falta de expectativas sobre el impacto de una licenciatura en el mundo laboral y creencias erróneas sobre su utilidad.
Factores que frenan el acceso a la educación superior
Según Casanova, muchos jóvenes enfrentan el dilema de estudiar o generar ingresos para apoyar a sus familias, ya que asistir a la universidad implica gastos de libros, transporte y, sobre todo, dejar de percibir un salario. Además, mencionó que la falta de motivación y disciplina para el estudio también influye, así como factores estructurales vinculados a la interseccionalidad —género, condición social y origen étnico— que, al interactuar, generan barreras adicionales.
El académico consideró que esta tendencia requiere estrategias políticas que aborden su complejidad, para evitar que más jóvenes renuncien a la educación superior y con ello se amplíe la brecha social en el país.


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