La tarde de este miércoles se convirtió en una escena de caos y pánico en la alcaldía Xochimilco, cuando un microbús de transporte público que circulaba a exceso de velocidad perdió el control y volcó, dejando un saldo de al menos 17 personas heridas. El dramático momento fue captado en video, exponiendo una vez más la fragilidad del sistema de transporte de la capital.
El accidente ocurrió en el cruce de Camino a Santa Cecilia y Noche Buena, en la colonia San Andrés Ahuayucan. La unidad, perteneciente a la Ruta 93 y con matrícula 0930045, transportaba a unos 30 pasajeros en el momento del siniestro.
Según los primeros informes y el testimonio del conductor, una presunta falla en el sistema de frenos le hizo perder el control del vehículo. Un video de una cámara de seguridad que circula en redes sociales muestra cómo el microbús desciende a gran velocidad por una pendiente, se impacta contra el muro de un domicilio y vuelca de forma espectacular sobre su costado derecho.
Inmediatamente, servicios de emergencia, incluyendo ambulancias y elementos de Protección Civil, arribaron al lugar para atender a los heridos. El saldo preliminar es de 17 lesionados, quienes fueron trasladados a diferentes hospitales para recibir atención médica. El conductor del microbús fue detenido y presentado ante el Ministerio Público para deslindar responsabilidades.
Un reflejo de una crisis sistémica
Este aparatoso accidente no es un hecho aislado, sino el síntoma de una crisis profunda y largamente ignorada en el sistema de microbuses de la Ciudad de México. La causa preliminar de «falla en los frenos» apunta directamente a un problema sistémico: la falta de mantenimiento adecuado en una flota vehicular envejecida.
El modelo de operación «hombre-camión», donde los dueños de las unidades son también los operadores, a menudo incentiva la reducción de costos en áreas críticas como el mantenimiento para poder obtener una ganancia. Esta precarización, sumada a la presión por cumplir con rutas y horarios, crea un cóctel peligroso que pone en riesgo a millones de usuarios diariamente.
La urgente necesidad de modernización
Mientras los heridos se recuperan, este incidente debe servir como un llamado de atención urgente a las autoridades de la Ciudad de México. La seguridad de los pasajeros no puede seguir dependiendo de vehículos obsoletos y un modelo de negocio que compromete el mantenimiento.
La modernización del transporte público, la transición hacia empresas formalmente constituidas y la supervisión rigurosa de las condiciones mecánicas de las unidades son tareas pendientes que ya no pueden esperar. Cada accidente como el de Xochimilco es un recordatorio del costo humano de la inacción.


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