La madrugada del jueves 14 de noviembre de 2024 marcó un nuevo episodio de violencia en Tijuana, una ciudad que continúa enfrentando altos índices de criminalidad. En esta ocasión, la policía local recibió un reporte alarmante sobre un automóvil abandonado en el Cañón de la Pedrera, una zona conocida por su vinculación con actividades del crimen organizado. Al llegar al lugar, los oficiales encontraron un vehículo color blanco, estacionado con la cajuela abierta. Lo que parecía ser un simple abandono de vehículo se convirtió rápidamente en una escena macabra.
Restos humanos y un narcomensaje: El horror en la cajuela
Dentro de la cajuela del automóvil se encontraba el cuerpo de una persona decapitada, y detrás del vehículo, los responsables del crimen dejaron una lona con un narcomensaje, el cual estaba sostenido por una cabeza y un par de manos. Los primeros reportes indican que los restos podrían pertenecer a la misma víctima, pero aún no se ha confirmado oficialmente. El mensaje parece estar dirigido a un presunto criminal apodado “El Congo”, a quien se acusa de «atacar por la espalda». El crimen es una clara muestra de la violencia que permea en la ciudad, donde el narcotráfico y las luchas internas entre organizaciones criminales siguen siendo una constante.
Aunque el rostro de la víctima no ha sido identificado, se sabe que era un hombre de complexión robusta, que vestía una camiseta azul y pantalones de mezclilla. Este tipo de escenas macabras se han vuelto tristemente comunes en la frontera entre México y Estados Unidos, donde el narcotráfico y las luchas entre cárteles, como el Cártel de Sinaloa, Cártel de Tijuana y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), marcan la agenda diaria de violencia.
Una madrugada violenta en Tijuana: El asesinato de Edgar Arturo «N»
Este crimen no fue el único registrado en las primeras horas del jueves. Otro hecho violento sacudió la ciudad cuando Edgar Arturo “N”, un joven de 30 años, fue asesinado en el bulevar Federico Benítez. Según el informe de las autoridades, los agresores, Simri “N” y Odilón “N”, esperaron a la víctima a la salida de la penitenciaría. La esposa de Edgar Arturo “N” también estaba presente en el lugar, sin saber que su esposo sería víctima de un ataque mortal.
Los agresores, armados con una pistola 9 mm, dispararon al joven, hiriéndolo en el abdomen. Los peritos encontraron al menos siete casquillos percutidos en la zona, lo que da cuenta de la violencia del ataque. Este homicidio se suma a la creciente lista de crímenes en Tijuana, cuyo número de homicidios dolosos en noviembre de 2024 ya ha alcanzado los 45. Con estos nuevos crímenes, la cifra total de homicidios en la ciudad asciende a 1,577 víctimas en lo que va del año.
La violencia en Tijuana: Una ciudad marcada por el crimen organizado
Tijuana ha sido durante años uno de los puntos más conflictivos de Baja California, especialmente debido a la disputa territorial entre los principales cárteles del narcotráfico. El Cártel de Sinaloa, el Cártel de Tijuana y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se pelean por el control de la ciudad y las rutas de tráfico de drogas, lo que desencadena una violencia constante. Los cárteles no solo se enfrentan entre sí, sino también con las fuerzas de seguridad locales, lo que incrementa la peligrosidad para los ciudadanos y las autoridades.
En el primer semestre de 2024, Baja California registró mil 627 carpetas de investigación por homicidios dolosos. La mayoría de estos crímenes ocurren en Tijuana, lo que resalta el dominio del crimen organizado en la ciudad. La situación se complica por la falta de una estrategia clara que combata la violencia de manera efectiva y que logre desarticular las estructuras criminales que operan con impunidad en la región.
El futuro de Tijuana: ¿Una ciudad en recuperación?
A pesar de los esfuerzos por parte de las autoridades locales y federales para reducir la violencia, Tijuana sigue siendo uno de los lugares más peligrosos del país. La presencia de los cárteles de la droga, la falta de control territorial por parte de las fuerzas de seguridad y la impunidad generalizada hacen que las autoridades enfrenten un reto enorme para recuperar la paz y la seguridad.
No obstante, la comunidad local continúa luchando por su seguridad y bienestar, mientras que los esfuerzos de las fuerzas federales y estatales por erradicar el crimen siguen siendo una prioridad en la agenda del gobierno.
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