En las profundidades de Teuchitlán, Jalisco, se erige el Rancho Izaguirre, un lugar que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) transformó en un centro de entrenamiento y exterminio conocido como “la escuelita del terror”. Este sitio, recientemente descubierto por el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, albergaba secretos oscuros que han conmocionado al país.
El reclutamiento: promesas vacías
Muchos jóvenes, atraídos por ofertas laborales engañosas, llegaban al Rancho Izaguirre con la esperanza de un futuro mejor. Sin embargo, al cruzar sus puertas, se encontraban inmersos en un mundo de violencia y deshumanización. Uno de estos jóvenes, que logró escapar, compartió su experiencia: “Llegábamos a la central de autobuses y nos ofrecían trabajos bien pagados, pero nada era como decían”.
La “escuelita del terror”: fases de adiestramiento
El entrenamiento en el rancho se dividía en tres fases:
- Fase inicial: Los reclutas eran sometidos a peleas entre ellos para demostrar su fuerza. Aquellos que no resistían eran asesinados o morían por las condiciones extremas.
- Campo de batalla: Los que superaban la primera fase eran enviados a zonas de conflicto, como Zacatecas y Michoacán, para participar en enfrentamientos reales.
- Entrenamiento avanzado: Los sobrevivientes recibían formación especializada de exmilitares colombianos y “kaibiles” guatemaltecos.
El sobreviviente relató: “Si la librabas ahí, te mandaban a la guerrilla… si llegabas a salir de ahí, ya pasabas al segundo nivel”.
Crematorios clandestinos: el destino de los caídos
El Rancho Izaguirre también funcionaba como un centro de exterminio. Los reclutas eran obligados a cavar fosas, colocar una base de piedras y ladrillos, y luego incinerar cuerpos con gasolina. Estas fosas se utilizaban varias veces antes de ser selladas. El testimonio del joven es escalofriante: “Les echábamos gasolina… se usaba una, dos, tres veces y se tapaba”.
Descubrimiento del horror: hallazgos en el rancho
El colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco descubrió en el rancho tres crematorios clandestinos, restos óseos y más de 400 prendas de vestir, incluyendo calzado y mochilas. Estos hallazgos evidencian la magnitud de las atrocidades cometidas en el lugar.
Reacciones y acciones gubernamentales
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, calificó el descubrimiento como “terrible” y aseguró que se investigará la labor de la fiscalía estatal. De ser necesario, la Fiscalía General de la República atraerá el caso para garantizar una investigación exhaustiva.
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