martes, diciembre 23, 2025

Solo 8 de cada 10 pacientes con VIH logran la indetectabilidad en Yucatán

En Yucatán, apenas el 80 por ciento de los pacientes con VIH que han iniciado un tratamiento antirretroviral logran alcanzar la indetectabilidad, es decir, niveles tan bajos del virus en sangre que no puede ser detectado por pruebas convencionales ni transmitido por vía sexual. Esto coloca a la entidad entre los tres estados con peor desempeño a nivel nacional en este indicador clave para el control de la epidemia.

De acuerdo con el más reciente boletín de vigilancia epidemiológica de la Secretaría de Salud federal, Yucatán registra un 86.9 por ciento de pacientes en estado de indetectabilidad, por debajo del promedio nacional y apenas por encima de Guerrero (82.1%) y Tamaulipas (84.8%). En contraste, entidades como Durango, Zacatecas y Tlaxcala superan el 93% de efectividad en este rubro.

Además, entre el 1 de enero y el 21 de junio de 2025, el estado acumula 260 nuevos casos confirmados de VIH, un incremento del seis por ciento en comparación con los 242 registrados en el mismo periodo del año anterior. 

Aunque las estrategias para el diagnóstico y tratamiento han avanzado, especialistas advierten que la falta de adherencia al tratamiento sigue siendo un obstáculo crítico que representa un riesgo para este grupo de pacientes.

Indetectabilidad, un objetivo alcanzable con tratamiento constante

El infectólogo Alejandro Muñiz, explicó que gran parte del problema en los casos de los pacientes con VIH que no alcanzan los niveles de indetectabilidad deriva de la irresponsabilidad individual en el seguimiento del tratamiento médico. 

“No se trata de falta de medicamentos ni de acceso. Se trata, muchas veces, de personas que abandonan el tratamiento por descuido, por desinformación o por desinterés en su propia salud. Es muy duro decirlo, pero es una realidad que enfrentamos a diario”, dijo.

Explicó que cuando un paciente sigue correctamente su esquema de tratamiento antirretroviral (TAR), es totalmente posible alcanzar y mantener una carga viral indetectable en cuestión de semanas. Sin embargo, cualquier interrupción en la toma de medicamentos, por días o incluso por horas, puede provocar un rebote en la carga viral e incluso desarrollar resistencia a los fármacos. 

“No es un tratamiento opcional. Es como si un paciente con diabetes dejara de aplicarse insulina porque se siente bien. El VIH no da tregua. Si no se sigue al pie de la letra, el virus toma ventaja desarrollando incluso la capacidad de resistir al mismo tratamiento”, advirtió.

Otros factores que afectan la adherencia

El especialista lamentó que algunos pacientes abandonan el tratamiento apenas sienten mejoría o por confiar en falsas creencias sobre curas milagrosas.

“Hemos visto casos donde la persona logra la indetectabilidad, pero después deja el tratamiento pensando que ya está curada, y meses después regresa con una carga viral altísima. Ahí es donde el virus se vuelve más agresivo y, en muchos casos, resistente”.

Entre los principales factores que afectan la adherencia al tratamiento se encuentran la falta de seguimiento médico, el estigma social, la depresión, y en algunos casos, el consumo de drogas o alcohol.

“Lo que falta es un compromiso real del paciente con su salud y con la comunidad. Alcanzar la indetectabilidad no solo protege a quien vive con VIH, también impide la transmisión a otras personas”, dijo.

Indetectable es igual a Intransmisible, pero requiere compromiso diario

El especialista, recordó la importancia del principio “Indetectable es igual a Intransmisible”, una estrategia global para reducir el estigma y promover el diagnóstico temprano y el apego al tratamiento. 

“Una persona con VIH en estado indetectable no transmite el virus por vía sexual, pero para lograrlo se necesita constancia, responsabilidad y un compromiso de por vida”, explicó.

En ese sentido, hizo un llamado a reforzar las campañas de información sobre la importancia de la adherencia al TAR y a trabajar no solo en el acceso al tratamiento, sino en el acompañamiento emocional y educativo para que las personas con VIH puedan sostenerlo en el tiempo. 

“No basta con darles la pastilla. Hay que asegurarnos de que comprendan lo que está en juego cada vez que la olvidan”.

Paco Marín
Paco Marín
Paco Marín es un periodista egresado en Comunicación y Periodismo por la Universidad Latinoamericana. Su experiencia abarca una amplia gama de temas críticos como salud, política, medio ambiente, infraestructura y educación, lo que le confiere un conocimiento diverso y una perspectiva integral en sus contribuciones. Su formación académica y experiencia práctica fortalecen la fiabilidad y experticia del contenido que genera.
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