La mañana del 23 de julio, la presidenta Claudia Sheinbaum abordó de forma directa una de las mayores inquietudes económicas del país: ¿se irán las automotrices de México tras los nuevos aranceles de Donald Trump? La respuesta, firme y sin rodeos, fue no.
Desde que Trump asumió nuevamente la presidencia de Estados Unidos el 20 de enero de 2025, su estrategia económica ha incluido al menos diez anuncios arancelarios contra productos mexicanos. El más reciente: un arancel del 30 % sobre exportaciones, que entraría en vigor el 1 de agosto, según una carta enviada a la mandataria mexicana.
Pero ¿afectará esto a una de las industrias clave del país? Hasta el momento, parece que no.
Sheinbaum aclara: “Ninguna automotriz ha dicho que se va”
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum fue categórica:
“Ninguna empresa nos ha dicho que se va a mover de nuestro país. Ninguna”.
Resaltó que muchas automotrices, especialmente las que operan bajo las reglas del T-MEC, cumplen con los criterios de contenido regional —producido en México, Estados Unidos o Canadá—, lo que les permite obtener descuentos arancelarios pese a la imposición.
Además, explicó que aquellas empresas que exportan bajo la figura de “Nación más favorecida”, como algunas europeas, sí enfrentan aranceles más altos, pero tampoco han anunciado su salida de México.
Nissan apuesta por México: más producción, no menos
Contrario a los temores de desinversión, Sheinbaum reveló que Nissan ha trasladado parte de su producción desde Argentina hacia México, fortaleciendo la planta nacional.
Esta decisión se alinea con la tendencia observada en los últimos años, donde México ha consolidado su posición como hub estratégico de producción automotriz para el continente, gracias a su infraestructura, mano de obra calificada y cercanía con el mercado estadounidense.
¿Qué implica mover una planta automotriz?
La presidenta subrayó que trasladar una fábrica no es una decisión simple ni económica:
“Mover una fábrica de producción de automóviles requiere muchos miles de millones de dólares y mucho tiempo”.
Además, recalcó que su gobierno mantiene contacto constante con las armadoras, tanto de forma directa como a través de la Secretaría de Economía, para garantizar estabilidad, inversión y certidumbre jurídica.
¿Qué dice el sector privado?
Hasta ahora, ninguna armadora ha emitido comunicados que contradigan la versión de Sheinbaum. De hecho, diversos analistas del sector consideran que el anuncio de Trump forma parte de una estrategia de presión electoral, más que una política económica sostenible.
La regla de origen del T-MEC, junto con los intereses mutuos en la cadena de suministro, hacen poco viable una ruptura drástica del modelo actual.
Perspectivas económicas: ¿crisis o resistencia?
A pesar de los desafíos, México mantiene una posición de resiliencia competitiva. El sector automotriz representa más del 20 % de las exportaciones mexicanas, y su permanencia es crucial para la estabilidad del país.
En este contexto, las declaraciones de Sheinbaum buscan enviar un mensaje de confianza a los mercados, inversionistas y ciudadanos: México no se detiene.
Estabilidad frente a la tormenta
La tensión comercial entre México y EE. UU. no es nueva, pero el país ha aprendido a navegarla. La apuesta ahora es por la diplomacia, la negociación y la defensa del interés nacional sin rupturas abruptas.
Con la industria automotriz aún firme en el país, el reto del gobierno será mantener la competitividad y el diálogo abierto ante cualquier eventualidad.


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