En medio de versiones que señalan un posible retiro de Iberdrola de México, la presidenta Claudia Sheinbaum salió a calmar las aguas este jueves 24 de julio. Durante su conferencia de prensa matutina, aclaró que no existe confirmación oficial de que la energética española pretenda abandonar el país o vender sus activos de forma definitiva.
La mandataria respondió así a una oleada de información surgida en medios españoles, que indican que la firma planea vender 15 plantas de energía renovable por un valor aproximado de 4,000 millones de euros. Sin embargo, Sheinbaum fue clara: “Vamos a saber exactamente a qué se refiere antes de dar mi opinión”.
¿Qué implicaría la venta de las plantas de Iberdrola?
La noticia causó revuelo porque remite a un precedente reciente: en 2024, el gobierno mexicano compró 13 plantas a Iberdrola, consolidando así la participación estatal en la generación eléctrica.
Ante la pregunta sobre si su administración consideraría adquirir las nuevas instalaciones en venta, Sheinbaum respondió con cautela:
“Hoy existe el 54% de generación eléctrica pública y tenemos un programa muy ambicioso de nuevas plantas… No lo tenemos contemplado, pero tampoco niego que pudiera plantearse una posibilidad a través del mismo esquema que se utilizó con Banobras.”
Con esta declaración, dejó abierta la puerta a una eventual segunda negociación, aunque sin confirmarla de inmediato.
Certeza jurídica sí, pero con apego a la ley
Uno de los puntos más relevantes del mensaje de Sheinbaum fue su firme postura sobre la legalidad del modelo energético en México. En específico, criticó los esquemas de autoabasto utilizados por algunas empresas privadas, señalando que se trata de prácticas fuera del marco legal.
“Una cosa es el autoabasto propio, pero es muy distinto que pongas generadores eólicos en el sureste y le vendas energía a una tienda en Nuevo León usando las líneas de la CFE y pagando muy poco por ello”, señaló.
La presidenta insistió en que su gobierno no se opone a la inversión privada, pero esta debe cumplir con la ley. “No tiene que ver con que no haya certeza, sino sencillamente, pues cuando se habla de Estado de Derecho, quiere decir que todo mundo se ponga en regla”.
Iberdrola y la tensión por la seguridad jurídica
De acuerdo con los reportes que circularon en medios internacionales, Iberdrola estaría evaluando su salida debido a preocupaciones sobre la estabilidad jurídica y fiscal del país. Esto no es un tema nuevo. Durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, la compañía fue crítica con las reformas energéticas que limitaron la participación privada en el sector.
No obstante, Sheinbaum sostiene que la relación con empresas extranjeras sigue abierta, siempre que se garantice el interés público, la soberanía energética y el respeto a la ley.
¿Qué sigue para el sector energético mexicano?
En su intervención, Sheinbaum reiteró que su gobierno tiene una visión clara: fortalecer la generación pública, ampliar las energías limpias, y atraer inversión privada bajo reglas claras. El programa contempla nuevas plantas eléctricas, incluyendo fotovoltaicas e hidroeléctricas, muchas de ellas con participación de la CFE.
Por ahora, el futuro de Iberdrola en México sigue en suspenso. Lo que es claro es que la presidenta busca enviar un mensaje de estabilidad, pero sin concesiones fuera del marco legal.
La posible venta de 15 plantas por parte de Iberdrola ha generado incertidumbre, pero Claudia Sheinbaum mantiene una postura firme y estratégica: no hay confirmación oficial del retiro, pero tampoco se descarta una negociación futura bajo los términos del Estado mexicano. Mientras tanto, la transición energética seguirá su curso con protagonismo estatal y apertura regulada al capital privado.


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