Exigen habitantes de Tequisistlán el acceso al agua potable como un derecho básico que, aseguran, les ha sido negado durante décadas. Vecinos de distintos ejidos de Tequisistlán, en el municipio de Tezoyuca, Estado de México, acudieron a las oficinas del Organismo de Cuenca de Aguas del Valle de México para demandar formalmente su incorporación a la red hidráulica, ante lo que consideran una situación de desigualdad frente a colonias cercanas que sí cuentan con el servicio.

Protesta ciudadana exigen el derecho humano al agua
Decenas de habitantes se manifestaron frente a las oficinas de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), ubicadas en la intersección de Canal de Tezontle y Río Churubusco, en la Ciudad de México. El objetivo fue visibilizar una problemática que, según denunciaron, afecta a miles de personas que dependen exclusivamente del suministro mediante pipas.
Una comitiva fue recibida por personal de atención ciudadana del organismo, mientras el resto de los manifestantes permaneció en la banqueta y el camellón, con el fin de evitar afectaciones viales. Durante el encuentro, las autoridades se comprometieron a entregar un oficio técnico en un plazo máximo de dos meses.
Diagnóstico hídrico como primer paso para la inclusión
De acuerdo con los vecinos, el documento que emitirá el Organismo de Cuenca contendrá información clave: la disponibilidad de metros cúbicos de agua del municipio y un diagnóstico detallado de la situación hídrica local. Este análisis sería fundamental para sustentar la exigencia de que Tequisistlán sea incorporado formalmente a la red hidráulica.
Los habitantes señalaron que con este oficio podrán presionar al presidente municipal para que garantice el acceso al agua potable, al tratarse de un servicio básico y un derecho humano reconocido constitucionalmente.
Cobros elevados y condicionamientos políticos
Uno de los principales reclamos de la comunidad es que el gobierno local ha condicionado el acceso al agua a pagos considerados excesivos. Según explicaron, se les exige cubrir hasta 3 mil 800 pesos para el comisariado ejidal, además de otros 3 mil 500 pesos por la toma de agua y la misma cantidad por el contrato, sin contar el costo del material.
Además del aspecto económico, algunos manifestantes denunciaron condicionamientos políticos. Una vecina relató que, desde hace más de 30 años, las familias del ejido han tenido que abastecerse mediante pipas y que, en la administración municipal actual, la conexión a la red se otorga solo a quienes simpatizan con el gobierno local.
Dependencia de pipas y aumento constante de costos
La falta de infraestructura hidráulica ha obligado a los habitantes a depender casi exclusivamente del servicio de pipas. Sin embargo, esta opción se ha vuelto cada vez más complicada. De acuerdo con los testimonios, las pipas ya no ingresan con la misma frecuencia debido a que colonias cercanas cuentan con red de agua, lo que reduce el interés de los proveedores.
Actualmente, muchas familias deben contratar pipas cada semana, con un costo promedio de 200 pesos por servicio. Los vecinos alertaron que ya han sido informados de que estos precios aumentarán a partir de enero, lo que agravará aún más la carga económica para los hogares.
Una problemática que afecta a miles de personas
En el ejido de Tequisistlán habitan aproximadamente 27 mil personas, de las cuales solo una cuarta parte está conectada a la red hidráulica municipal. Esta situación impacta de manera directa a sectores vulnerables de la población.
Los manifestantes subrayaron que hay personas que requieren diálisis, pacientes con cáncer, adultos mayores y familias completas que necesitan agua no solo para el consumo diario, sino también para garantizar condiciones mínimas de higiene y salud.
Mesas de diálogo como vía de solución
Los vecinos adelantaron que en los próximos días presentarán una solicitud formal ante la dependencia federal para iniciar mesas de diálogo. Esperan que, a través de este proceso, se obtenga una respuesta institucional que permita destrabar un problema que, aseguran, las autoridades municipales han ignorado o negado sistemáticamente.
Consideran que el respaldo técnico de la Conagua podría ser determinante para avanzar hacia una solución definitiva y lograr que el acceso al agua deje de ser un privilegio para convertirse en un servicio garantizado.

La exigencia de los habitantes de Tequisistlán pone en evidencia una brecha profunda en el acceso al agua potable dentro del Estado de México. Décadas de dependencia de pipas, altos costos y presuntos condicionamientos políticos han generado una situación insostenible para miles de personas. La entrega de un diagnóstico hídrico y la apertura de mesas de diálogo representan una oportunidad clave para que las autoridades atiendan una demanda legítima y garanticen el derecho humano al agua para toda la comunidad.


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