Este martes, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, cumplirá una promesa clave de su compromiso con la justicia: reunirse nuevamente con los padres y madres de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa. Esta reunión, prevista para la una de la tarde, representa un paso más en el seguimiento del caso que marcó la conciencia nacional desde septiembre de 2014.
“Es parte de las reuniones que tenemos para darle seguimiento a la investigación. Es una responsabilidad primero hablar con ellos”, declaró Sheinbaum.
El caso Ayotzinapa: una herida abierta en la historia reciente de México
Han pasado casi 11 años desde que los estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos fueron víctimas de desaparición forzada en Iguala, Guerrero. A pesar de los años, los padres y madres de los jóvenes no han dejado de exigir verdad, justicia y castigo a los responsables.
La última vez que se reunieron con Sheinbaum fue el pasado 28 de febrero, en una jornada marcada por la exigencia de avances concretos. Hoy, en un nuevo contexto político con Sheinbaum como presidenta, la reunión cobra mayor peso simbólico e institucional.
Lo que está en juego: investigación, justicia y demandas pendientes
Vidulfo Rosales, abogado de las familias, ha sido claro: se espera que el nuevo gobierno impulse líneas de investigación que permanecen estancadas. Entre las principales demandas se encuentra la investigación del expresidente Enrique Peña Nieto, la extradición de Tomás Zerón de Lucio, exjefe de la Agencia de Investigación Criminal, y la revisión del caso de Martín Alejandro Macedo Barrera “Kamala”, señalado por su presunta participación en los hechos de Iguala.
Estas exigencias son un recordatorio de que el caso Ayotzinapa sigue siendo una deuda pendiente del Estado mexicano con su pueblo.
Sheinbaum y el nuevo rostro del compromiso presidencial
Sheinbaum ha insistido en que su gobierno tiene un compromiso irrenunciable con los derechos humanos. Sin embargo, ha subrayado que antes de ofrecer información pública sobre los avances en el caso, debe consultar primero a los familiares de los desaparecidos.
“Nosotros seguimos trabajando para la verdad, la justicia y encontrar a los jóvenes”, dijo con firmeza.
Este gesto de respeto a los padres —convertidos en símbolo de resistencia— podría marcar un nuevo estilo de gobernar, uno más cercano, empático y orientado a saldar cuentas históricas.
Una reunión que puede marcar el rumbo del sexenio
La reunión de hoy no es un simple acto protocolario: es una oportunidad para comenzar a cerrar una de las heridas más dolorosas del México contemporáneo. La nación observa, espera y exige que este encuentro no quede en palabras, sino que se traduzca en acciones reales, concretas y justas.
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