Las lluvias torrenciales que azotaron gran parte del país entre el 6 y el 9 de octubre sorprendieron incluso a los meteorólogos. Veracruz, Hidalgo, Puebla, Querétaro y San Luis Potosí fueron los estados más afectados, con cientos de familias damnificadas, deslaves, inundaciones y pérdidas humanas que han conmocionado al país.
Durante “La Mañanera del Pueblo”, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo señaló que no existía ninguna proyección científica que anticipara precipitaciones de tal magnitud. “Se alertó sobre lluvias fuertes, pero fueron varios fenómenos meteorológicos los que coincidieron y generaron esta situación extrema”, explicó.
Los fenómenos meteorológicos detrás de las lluvias extremas
El secretario de Marina, Raymundo Pedro Morales Ángeles, explicó que las lluvias se debieron a una combinación inusual de tormentas tropicales, bajas presiones y frentes fríos que se formaron casi al mismo tiempo en ambos litorales.
Los principales sistemas que afectaron al país fueron:
- Tormenta tropical Priscilla, al suroeste de Los Cabos.
- Tormenta tropical Octavio, que reforzó la humedad desde el Pacífico.
- Huracán Raymond, originado a partir de una baja presión en el Golfo.
- Frente frío y frente cálido, que se unieron provocando una línea de vaguada, es decir, una franja de inestabilidad atmosférica que favorece la formación de nubosidad densa y lluvias intensas.
Esta convergencia de sistemas provocó precipitaciones históricas, especialmente en la zona centro y oriente del país.
Los estados más afectados por las lluvias torrenciales
De acuerdo con Protección Civil de México, 31 estados registraron lluvias durante ese periodo; solo Baja California Sur escapó del impacto directo. Sin embargo, Veracruz, Puebla, Hidalgo, Querétaro y San Luis Potosí reportaron los mayores daños.
En Cerro Azul, Veracruz, se acumularon 280 milímetros de lluvia, mientras que en Cuetzalan del Progreso, Puebla, la cifra alcanzó 286 milímetros, los registros más altos del país.
Semar explicó que el terreno ya se encontraba saturado por precipitaciones previas. “Los ríos están a su máxima capacidad, los mantos freáticos están cargados y los cerros debilitados”, señalaron. Esa combinación amplificó los deslizamientos de tierra y las inundaciones.
Plan Marina y DN-III-E: el apoyo a los damnificados
Ante la magnitud del desastre, continúan desplegados los elementos del Plan Marina y del Plan DN-III-E, quienes brindan auxilio en comunidades afectadas, coordinan evacuaciones, distribuyen víveres y trabajan en la rehabilitación de caminos.
Las autoridades también hacen un llamado a la población a mantenerse informada y extremar precauciones ante el pronóstico de nuevos frentes fríos y lluvias persistentes durante octubre.
La fuerza del clima y la preparación ante lo imprevisible
Este episodio dejó al descubierto la vulnerabilidad de muchas regiones del país ante los fenómenos meteorológicos extremos. La coincidencia de varios sistemas activos, sumada al cambio climático, hizo que el país enfrentara uno de los eventos más lluviosos de los últimos años.
México se encuentra ahora en una fase de evaluación y reconstrucción, con la esperanza de que la ciencia meteorológica y la prevención permitan anticipar —y mitigar— futuros desastres naturales.


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