La economía informal es parte fundamental de la actividad productiva en México. Más allá de la ausencia de regulaciones o seguridad social, esta modalidad genera ingresos para millones de personas y contribuye al Valor Agregado Bruto (VAB) de los estados. Pero, ¿qué significa el VAB? En términos sencillos, se trata del valor económico que se genera en una región o sector antes de considerar impuestos y subsidios, es decir, la riqueza que efectivamente se produce.
Según el reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) sobre las Mediciones de la Economía Informal al tercer trimestre de 2024, Quintana Roo y Yucatán reflejan realidades contrastantes en este rubro. Mientras que Quintana Roo registró una fuerte caída en su VAB informal, Yucatán registró un crecimiento moderado.
Una caída en Quintana Roo
El reporte señala que el VAB de la economía informal en Quintana Roo disminuyó un 8.4% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este retroceso se observa tanto en el sector informal (-8.8%) como en otras modalidades de informalidad (-7.9%). Estas cifras indican que negocios sin registro formal y trabajadores sin prestaciones sociales han visto reducida su actividad económica.
Este descenso podría estar vinculado a factores como la recuperación del sector formal tras la pandemia, el endurecimiento de regulaciones en zonas turísticas ocambios en la dinámica laboral del estado. Quintana Roo, al depender fuertemente del turismo, enfrenta una transición en la que la formalización de empleos ha cobrado relevancia, impactando la actividad informal.
¿Es malo o es bueno?
No necesariamente es malo, pero depende de las razones detrás de la caída y de cómo se esté comportando la economía formal en el estado:
Si la reducción de la economía informal en Quintana Roo significa que más trabajadores están accediendo a empleos formales con prestaciones, seguridad social y mejores condiciones laborales, entonces es una señal positiva. La formalización del empleo permite a los trabajadores acceder a beneficios como atención médica, créditos, pensiones y mayor estabilidad económica.
Por ejemplo, si negocios informales de comida o transporte están migrando a la formalidad, registrándose ante el SAT y cumpliendo con regulaciones, esto puede ser una muestra de crecimiento económico y mayor orden en el sector laboral del estado.
¿Cuándo puede ser preocupante?
Si la caída en la economía informal se debe a la falta de oportunidades laborales, restricciones económicas o una crisis en el consumo, entonces sí es motivo de preocupación. En un estado como Quintana Roo, donde el turismo impulsa gran parte de la actividad económica, una caída en la informalidad podría indicar que menos personas tienen acceso a ingresos por cuenta propia, lo que afectaría el sustento de muchas familias.
Yucatán: crecimiento en medio de estabilidad
A diferencia de su vecino, Yucatán mostró un crecimiento del 5.6% en su VAB informal. En el sector informal, el aumento fue del 9.2%, mientras que en otras modalidades de informalidad apenas creció un 0.6%. Aunque el incremento no es de los más altos a nivel nacional, refleja una tendencia positiva para la economía del estado.
El crecimiento de la economía informal en Yucatán podría explicarse por la expansión del comercio y los servicios, sectores en los que predominan los micronegocios y trabajadores independientes. Además, el dinamismo económico impulsado por inversiones en infraestructura y el auge de la manufactura podría estar beneficiando indirectamente a la informalidad.
ALGUNOS EJEMPLOS DE ECONOMÍA INFORMAL
• Vendedores ambulantes.
• Trabajadores domésticos sin contrato.
• Taxistas y mototaxis irregulares.
• Comercios informales en mercados o tianguis.
• Trabajadores de la construcción sin prestaciones.
• Músicos y artistas callejeros.
• Reparadores y mecánicos independientes.
• Venta de comida casera.
• Cuidadores de autos o «viene-viene”.
• Maestros particulares o tutores sin registro.


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