En un acto violento que ha conmocionado a la Ciudad de México, el 17 de octubre de 2024, la diputada suplente por el PRI en el Congreso de la Ciudad de México, Diana Sánchez Barrios, fue atacada a balazos mientras transitaba por el Centro Histórico de la alcaldía Cuauhtémoc. Este atentado, que dejó a la activista gravemente herida, ha puesto de nuevo sobre la mesa la discusión sobre el poder de los grupos criminales y su relación con la política en la capital del país. Entre los detenidos, figura un joven conocido como ‘El Gary’, miembro de la temida Unión Tepito, quien estuvo involucrado directamente en el ataque.
El Atentado: Un ataque con tintes políticos y criminales
Diana Sánchez Barrios, conocida por su activismo y trabajo social en la capital, no es ajena a las amenazas derivadas de su lucha. Sin embargo, el atentado en su contra no solo pone en evidencia la violencia que azota a la Ciudad de México, sino también las complejas conexiones entre los grupos del crimen organizado y la esfera política. El 17 de octubre, la diputada fue atacada cuando se encontraba en las inmediaciones del Centro Histórico, un lugar que, lamentablemente, ha sido escenario de varios crímenes vinculados con las organizaciones criminales que operan en la zona.
‘El Gary’: Un sicario desde los 11 años
Uno de los elementos más sorprendentes del caso es la detención de ‘El Gary’, un joven de 18 años cuya historia de vida es un reflejo sombrío de las realidades que viven muchos menores en zonas marginadas de la capital mexicana. Según reportes del periodista Héctor de Mauleón, ‘El Gary’, cuyo nombre real es Ángel Said Mtz, fue reclutado por la Unión Tepito cuando tenía tan solo 11 años. Desde esa edad, el joven fue integrado a las filas de esta peligrosa organización, dedicándose a actividades delictivas que le llevaron a convertirse en uno de los sicarios más jóvenes dentro del grupo.
La violencia en el Centro Histórico: Un reflejo de la impunidad
El Centro Histórico de la Ciudad de México es una zona que ha sido durante años un punto caliente de conflictos entre grupos criminales, y la violencia en la que se vio envuelta la diputada es solo un ejemplo más de la creciente influencia de estos grupos en la vida cotidiana. La presencia de la Unión Tepito, una de las organizaciones criminales más poderosas de la capital, se ha extendido a diversos aspectos de la ciudad, incluido el mundo político. La detención de ‘El Gary’ y otros implicados en el atentado subraya la conexión que existe entre estos grupos delictivos y las esferas de poder, que muchas veces se ven amenazadas por la influencia de estos actores ilegales.
La detención y las implicaciones para el crimen organizado
El 5 de noviembre de 2024, las autoridades de la Ciudad de México lograron la detención de tres personas presuntamente involucradas en el atentado contra la diputada. La noticia causó revuelo en los medios, especialmente cuando se conoció que entre los detenidos se encontraba ‘El Gary’, el sicario de 18 años, quien, de acuerdo con reportes, fue quien disparó contra la diputada. Las investigaciones también revelaron que el ataque fue premeditado y parte de un plan para amedrentar a figuras políticas que han intentado frenar la expansión de los grupos criminales en la zona.
La conexión entre el crimen y la política: Un peligro latente
El caso de ‘El Gary’ es solo uno de muchos ejemplos que ponen de manifiesto la relación entre la política y el crimen organizado en México. A pesar de los esfuerzos por desmantelar estas redes, la impunidad sigue siendo uno de los mayores obstáculos para erradicar la violencia. Los jóvenes como ‘El Gary’ se ven atrapados en un ciclo de violencia y falta de oportunidades que, en muchos casos, los empuja a unirse a organizaciones como la Unión Tepito desde edades tempranas. Estos grupos no solo reclutan a jóvenes como sicarios, sino que también logran infiltrarse en diferentes áreas del gobierno y la sociedad, lo que complica aún más el combate contra el crimen.
¿Qué se puede hacer ante este panorama?
La detención de ‘El Gary’ y otros miembros de la Unión Tepito es un paso importante, pero la pregunta es ¿cómo se puede frenar este ciclo de violencia que afecta a tantas personas en la Ciudad de México? La respuesta no es sencilla, ya que involucra un enfoque integral que debe incluir no solo la detención de los criminales, sino también políticas públicas que aborden las causas profundas de la violencia, como la pobreza, la falta de educación y la exclusión social.
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