Gobernadora Mara Lezama y Alcalde Diego Castañón Trejo reciben solicitud para ampliar santuario tortuguero y declarar densidad cero. Inversión millonaria en Av. Oko’ot busca mejorar movilidad y calidad de vida
La agenda política en Tulum este 20 de mayo está marcada por la urgente solicitud de organizaciones civiles y científicas para blindar el santuario de Xcacel-Xcacelito ante el avance del desarrollo, un desafío directo para las administraciones estatal y municipal. Paralelamente, el gobierno local, encabezado por Diego Castañón Trejo, impulsa la transformación urbana con importantes obras viales.
La política en Tulum se debate este martes entre la imperiosa necesidad de conservar su frágil ecosistema y la continua demanda de desarrollo e infraestructura. Las decisiones que tomen la gobernadora Mara Lezama y el presidente municipal Diego Castañón Trejo definirán el futuro de este destino icónico.
Xcacel-Xcacelito: el llamado a la acción política por la conservación
La presión sobre las autoridades para proteger el invaluable santuario de la tortuga marina Xcacel-Xcacelito se ha intensificado. El Subconsejo de Manejo del Santuario y el Grupo Ecologista del Mayab (GEMA) han presentado una solicitud formal tanto a la gobernadora Mara Lezama como al Ayuntamiento de Tulum para tomar medidas drásticas y efectivas.
La petición central es la ampliación del polígono de protección del santuario, extendiéndolo hasta la carretera federal 307, para incluir áreas vitales de selva, cenotes y hábitat de especies como el jaguar. Crucialmente, se ha solicitado que en el Programa de Desarrollo Urbano (PDU) municipal se establezca una «densidad cero» para esta zona ampliada y se modifique el uso de suelo a «protección» en predios colindantes.
Esta es una postura firme ante los intereses inmobiliarios que ven en Tulum un campo fértil para la inversión, a menudo a costa del medio ambiente. La respuesta de las administraciones a esta demanda será un claro indicador de sus prioridades políticas.
Gestión municipal en marcha: obras para un Tulum en crecimiento
Mientras el debate ambiental cobra fuerza, el gobierno municipal de Tulum, bajo la gestión del alcalde Diego Castañón Trejo, continúa con la ejecución de obras de infraestructura destinadas a mejorar la calidad de vida de los habitantes y la experiencia de los turistas. Recientemente, se dio inicio a la rehabilitación de la Avenida Oko’ot, un proyecto con una inversión de 8.4 millones de pesos que beneficiará a unas 46,000 personas.
Estas obras viales son una respuesta a las necesidades de un municipio que ha experimentado un crecimiento acelerado. La administración de Castañón Trejo ha mostrado en acciones previas un enfoque en la mejora de servicios, el impulso al deporte y la gestión de los recursos naturales, como el libre acceso de residentes al Parque Nacional Tulum. La inversión en infraestructura es una forma tangible de gestión política, aunque en Tulum siempre debe sopesarse con el impacto ambiental.
Tulum como escenario internacional: el rol del gobierno en la promoción
El reciente éxito de eventos como el concierto de Sting en el Mexican Caribbean Music Fest también tiene una dimensión política. La capacidad de Tulum para atraer espectáculos de esta magnitud es, en parte, resultado de políticas de promoción turística impulsadas por los diferentes niveles de gobierno. Estas estrategias buscan diversificar la oferta turística y consolidar a Tulum como un destino de clase mundial, aunque también implican responsabilidades en cuanto a la gestión de grandes multitudes y la protección del entorno.
Gobernanza en un destino complejo: el reto de Tulum
La política en Tulum es un ejercicio constante de equilibrio. La gestión del «éxito» turístico y el crecimiento urbano requiere una visión a largo plazo, transparencia en la toma de decisiones –especialmente en lo referente al uso de suelo y el PDU– y una genuina apertura a la participación ciudadana y a las recomendaciones de expertos. Las decisiones que se tomen hoy sobre Xcacel-Xcacelito y el modelo de desarrollo urbano definirán si Tulum puede mantener su magia o sucumbir a las presiones de un crecimiento desmedido.
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