Polarización: Una constante en el México contemporáneo
La polarización, como fenómeno social, ha permeado todos los aspectos de la vida en México. Desde las reuniones familiares hasta los debates en espacios laborales, el país vive una constante división que amenaza con minar su tejido social.
El expresidente López Obrador fue un maestro de la polarización, utilizando estrategias discursivas para dividir a ricos y pobres, una táctica que le resultó efectiva electoralmente. Ahora, la presidenta Claudia Sheinbaum enfrenta el reto de no caer en la misma trampa al abordar temas de género, con su constante mensaje: “Es tiempo de mujeres”.
¿Género como bandera o como herramienta de unidad?
El discurso de Sheinbaum, aunque bien intencionado, corre el riesgo de ser percibido como divisorio. En lugar de resaltar la capacidad y los logros individuales, enfocar el mensaje exclusivamente en el género puede generar tensiones innecesarias.
Lo que dijo la presidenta
En una de sus conferencias matutinas, Sheinbaum señaló:
“Todavía hay quienes no tienen la posibilidad de reconocer que una mujer puede gobernar, ser ingeniera o abogada. Entre todas y todos debemos aislar esos comentarios”.
Estas palabras, aunque buscan reivindicar la posición de las mujeres, también podrían alimentar la percepción de un conflicto de género en lugar de fomentar la unidad.
¿Es realmente “tiempo de mujeres”?
Históricamente, las mujeres han enfrentado barreras para acceder al poder y al reconocimiento social. Sin embargo, muchas han demostrado su capacidad y liderazgo en diversos ámbitos:
- Angela Merkel: Lideró Alemania por más de una década, consolidándose como una figura clave en Europa.
- Margaret Thatcher: Transformó el Reino Unido con su liderazgo firme y decisiones económicas trascendentales.
- Michelle Bachelet: Pionera en América Latina, marcó un antes y un después en la política chilena.
El hecho de que mujeres alcancen el poder no debería ser visto como una excepción, sino como un reflejo de sus capacidades y logros.
La urgencia de sembrar unidad
En lugar de reforzar divisiones, México necesita un mensaje que fomente la unidad. El país no solo enfrenta desafíos sociales y políticos, sino que también requiere un liderazgo que trascienda etiquetas de género y se enfoque en resolver problemas estructurales.
¿Cómo lograrlo?
- Fomentar el reconocimiento por méritos: Celebrar los logros de hombres y mujeres por igual, basados en su talento y esfuerzo.
- Combatir la polarización: Promover discursos inclusivos que busquen construir puentes en lugar de levantar muros.
- Visibilizar la igualdad como un estándar: Reconocer que la participación femenina no es una novedad, sino una realidad que debe normalizarse.
Más allá del género, un liderazgo con visión
Claudia Sheinbaum, como primera presidenta de México, tiene una oportunidad histórica para marcar un camino de inclusión y unidad. Sin embargo, esto requiere un equilibrio delicado: destacar la importancia del género sin polarizar, y enfocar el liderazgo en resolver problemas reales y comunes para todos los ciudadanos.
México no necesita que se dividan sus tiempos entre “de mujeres” o “de hombres”, sino un tiempo de unidad, de capacidades, y de soluciones compartidas para los desafíos que enfrenta.
¡Únete a nuestro canal en WhatsApp! Las noticias más relevantes del día directamente en tu dispositivo móvil.


TE PODRÍA INTERESAR