En México, los términos «pensión» y «jubilación» son usados con frecuencia como sinónimos, pero ¿realmente significan lo mismo? La respuesta corta es no, aunque estén estrechamente relacionados.
A continuación, te explicamos detalladamente las diferencias entre ambos conceptos, sus requisitos y cuál de estas opciones podría ser más conveniente para los adultos mayores que desean asegurar su bienestar financiero en la vejez.
¿Qué es una pensión?
La pensión es una prestación económica otorgada a los trabajadores por diversas razones: cuando sufren un accidente laboral, padecen una enfermedad, o cuando alcanzan la edad establecida por la ley para dejar de trabajar. En el caso de los adultos mayores, la pensión es esencialmente un pago mensual que garantiza su sustento una vez que ya no están en condiciones de trabajar. Además, en caso de fallecimiento del beneficiario, los familiares directos pueden acceder a este apoyo.
Requisitos básicos para obtener una pensión:
- Edad mínima de 60 años.
- Acudir al IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social) o ISSSTE (Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado).
- Tener un número mínimo de semanas cotizadas.
- Ser considerado en situación de invalidez o haber alcanzado la edad de retiro.
¿Qué es la jubilación?
La jubilación, por otro lado, tiene un enfoque más administrativo. Es el proceso por el cual una persona termina su ciclo laboral y comienza a recibir su pensión como resultado de ello. En México, la jubilación es un derecho establecido por la Ley del Seguro Social, y su propósito es garantizar a los trabajadores una vejez tranquila sin preocupaciones laborales.
A diferencia de la pensión, la jubilación no es un pago directo; es un proceso mediante el cual se formaliza el retiro de la persona activa en el mercado laboral. Así, la jubilación marca el fin de la vida laboral activa de una persona y, por ende, la activación de una pensión.
Diferencias clave entre pensión y jubilación
Si bien la pensión y la jubilación están relacionadas, existen claras diferencias entre ellas:
- Jubilación es el proceso administrativo que culmina el ciclo laboral de un trabajador.
- Pensión es la prestación económica que recibe el trabajador una vez jubilado, y también puede ser otorgada por otras razones como discapacidad o enfermedad.
En resumen, la pensión cubre la jubilación, ya que es el pago que se recibe tras el retiro laboral.
¿Cuáles son los requisitos para obtener una pensión por jubilación?
El IMSS establece ciertos requisitos para otorgar la pensión por jubilación, y estos requisitos varían dependiendo del régimen en el que el trabajador haya cotizado (Régimen 73 o Régimen 97). Veamos qué se necesita para cada uno:
Régimen 73 del IMSS:
- Tener 60 años o más al momento de solicitar la pensión.
- Estar dado de baja en el régimen obligatorio del Seguro Social.
- Haber cotizado al menos 500 semanas.
- Tener cotizaciones antes del 1 de julio de 1997.
Régimen 97 del IMSS:
- Tener 60 años cumplidos.
- Estar dado de baja en el IMSS.
- Haber cotizado al menos 850 semanas.
¿Qué opción es más conveniente para los adultos mayores?
La respuesta depende de cada caso particular. Sin embargo, a continuación te damos una idea general sobre cuál de las dos opciones puede ser más ventajosa:
- La pensión es la opción más directa, ya que comienza a recibirse de forma regular, asegurando ingresos mensuales a partir de los 60 años.
- La jubilación es más un proceso administrativo que establece el fin de la vida laboral activa y da paso al derecho a recibir la pensión. Dependiendo de cuántos años de trabajo tengas y en qué régimen cotizaste, la pensión puede variar significativamente.
Si deseas tener mayor claridad sobre cuál opción te conviene, es importante que consultes directamente con el IMSS o ISSSTE, ya que ellos podrán proporcionarte los detalles más precisos según tu historial de cotización.
Conclusión
Tanto la pensión como la jubilación son instrumentos fundamentales para asegurar una vejez tranquila en México, pero es esencial entender sus diferencias. Mientras que la jubilación marca el final del ciclo laboral activo, la pensión es el sustento económico posterior a ese retiro. Por lo tanto, la clave para elegir la opción más conveniente depende de tus necesidades personales, tu historia laboral y la cantidad de semanas que hayas cotizado.
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