Luego de varias semanas marcadas por recales masivos de sargazo en el Caribe mexicano, el paso reciente de las Ondas Tropicales 6 y 7 por el centro y sur de Quintana Roo podría dar un respiro a las playas del estado, al modificar temporalmente las condiciones oceánicas que han favorecido su arribo.
Así lo explicó la bióloga marina Brigitta Van Tussenbroek, especialista en Biología y Ecología de Pastos Marinos, quien detalló que estos fenómenos climáticos pueden generar un cambio en los regímenes de viento y corrientes marinas que reorienten las masas de sargazo mar adentro.
“La llegada de estos fenómenos puede cambiar los regímenes generales del comportamiento del sargazo. Los vientos alisios pueden modificar el rumbo de las corrientes y contribuir como una barrera natural, temporalmente”, dijo.
En las últimas semanas, autoridades municipales y estatales han desplegado operativos de recolección y disposición del alga, que afectó la imagen turística de varios destinos. Sin embargo, este cambio climático puntual podría limitar su acumulación en la costa por algunos días o semanas.
Van Tussenbroek indicó que este efecto no es nuevo. En años anteriores, durante la temporada de lluvias, las condiciones atmosféricas ayudaron a reducir los recales.
“Fue algo similar a lo que vimos el año pasado. Fueron los vientos y las lluvias los que contribuyeron y ayudaron a las costas que se veían afectadas con más facilidad por el sargazo”.
No obstante, advirtió que este alivio será pasajero, ya que no se espera que las ondas tropicales por sí solas mantengan alejadas las manchas durante toda la temporada.
“Vivimos en un destino en el que si no es el sargazo, son los huracanes. Afortunadamente, la llegada de uno evita la llegada del otro. Los nortes y otros sistemas que vengan sirven para alejar las manchas que cruzan cerca de las costas, pero cuando no estén, seguiremos viendo arribos del alga, quizá no en grandes cantidades, pero sí de forma constante”, comentó.
El Niño y la Niña, factores clave
La especialista también destacó que el comportamiento del sargazo está estrechamente ligado a fenómenos oceánicos mayores como El Niño y La Niña, que alteran el sentido de las corrientes marinas.
“Este año estamos en una fase neutra, aún no se ha definido bien si será Niño o Niña. Por eso hemos visto cambios en el arribo del alga en comparación con el año pasado, cuando predominó El Niño y el sargazo se alejó”.
A esto se suma el impacto de las altas temperaturas en la superficie marina. Van Tussenbroek explicó que estas condiciones limitan el acceso del sargazo a los nutrientes esenciales para su desarrollo, como nitrógeno, fósforo y hierro, lo que también afecta su calidad y crecimiento.
“Hoy en día la capa superficial del océano es tan caliente, que esto ha generado una barrera para que el sargazo obtenga sus nutrientes desde el fondo del mar. Incluso lo que estamos viendo es que el sargazo que llega no está en óptimas condiciones.”
Aunque no se espera una desaparición total del problema en lo que resta del año, la especialista estima que los recales continuarán, pero en menor intensidad.
“Probablemente lo que queda del año veamos este mismo efecto. Continuarán los recales en ciertos puntos del estado, pero en menor cantidad”, compartió.


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