Morena domina la Suprema Corte: polémica y control en el Poder Judicial
En una jornada histórica para la democracia mexicana, Morena, el partido gobernante, consolidó su dominio en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Tras las primeras elecciones judiciales celebradas en México, Morena se alzó con una victoria aplastante que le permite controlar, por primera vez, el tercer poder del Estado.
El martes, la presidenta de la autoridad electoral, Guadalupe Taddei, anunció los resultados preliminares: más del 90 % de los votos contados para los magistrados de la Suprema Corte favorecían a los nueve candidatos promovidos por Morena. Este resultado refleja un cambio trascendental en el sistema judicial, que pasó de nombramientos políticos a elecciones populares para jueces y magistrados.
Una campaña marcada por la estrategia de Morena
El triunfo de Morena no fue casualidad. Durante semanas, operadores políticos y simpatizantes distribuyeron listas —conocidas como “acordeones”— que incluían los nombres de los candidatos recomendados por el partido. En las casas de miles de ciudadanos, esos acordeones se convirtieron en la guía silenciosa para elegir a los jueces que definirán el futuro del país.
“Yo estaba confundida”, confesó Félix Díaz Mendoza, una trabajadora doméstica de Tultitlán. “Pero cuando vinieron a mi casa y me explicaron quiénes eran los buenos, supe por quién votar”. Su testimonio refleja la estrategia de Morena: acercarse al votante común, persuadirlo con promesas de continuidad de programas sociales y guiar su voto con listas que aseguraban la lealtad partidista.
La herencia de López Obrador
El expresidente Andrés Manuel López Obrador fue el impulsor de la reforma para elegir jueces y magistrados mediante voto popular. Con un discurso de justicia social y lucha contra la corrupción, promovió la idea de democratizar el Poder Judicial. Su sucesora, Claudia Sheinbaum, ha recogido esa bandera y defendido la elección popular como un mecanismo para renovar la justicia en México.
Sheinbaum aseguró en conferencia de prensa que la autonomía de la Suprema Corte estaría garantizada, pese a las críticas de expertos y opositores que advierten sobre el riesgo de politizar el Poder Judicial. “Su tarea es impartir justicia, independientemente de cuál sea su orientación política”, subrayó.
Críticas a la independencia judicial
No todos están convencidos. Azul Aguiar Aguilar, investigadora del ITESO, afirmó que lo ocurrido representa una “captura de la Suprema Corte por un solo partido político”. Para ella, la independencia judicial —un pilar de cualquier democracia— podría quedar supeditada a los intereses de Morena.
Varios magistrados electos tienen vínculos directos con el partido gobernante. Hugo Aguilar Ortiz, de origen mixteco, fue colaborador de López Obrador en las consultas públicas de proyectos emblemáticos. María Estela Ríos se autodenominó “la abogada de AMLO”. Otros magistrados provienen de nombramientos realizados durante el sexenio anterior.
Elecciones y participación ciudadana
La jornada electoral contó con una participación escasa: apenas el 13 % del electorado acudió a las urnas. La autoridad electoral registró más de 7700 candidatos para más de 2600 cargos a nivel federal y local. Aunque la mayoría de las elecciones judiciales todavía está pendiente de escrutinio, la de la Suprema Corte marcó un punto de inflexión.
Los observadores internacionales no encontraron pruebas concluyentes de manipulación masiva de votantes, pero sí reportaron incidentes aislados: votantes con listas impresas, fotos de boletas completas y personas votando en grupo. Las autoridades electorales abrieron investigaciones por injerencia ilegal.
El futuro del Poder Judicial
El experimento mexicano de elección popular de jueces es tan ambicioso como polémico. Si bien busca democratizar la justicia y combatir la corrupción, también abre la puerta a riesgos: la politización, la influencia de grupos criminales y la posible erosión de la independencia judicial.
En palabras de la ciudadana Félix Díaz Mendoza, “me dijeron que si ganaban los de Morena iba a seguir la ayuda”. Una frase que resume la intersección de política, justicia y poder que hoy define a México.
El país observa expectante. La Suprema Corte ya no es un tribunal distante: es ahora el escenario de la lucha por el poder, donde la balanza entre democracia e independencia judicial pende de un hilo


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