Un éxodo silencioso: ¿Por qué rusos eligen México?
Desde el inicio de la guerra en Ucrania y el recrudecimiento de las políticas represivas del gobierno de Vladímir Putin hacia la comunidad LGBTI, México se ha convertido en un inesperado refugio para ciudadanos rusos. Este fenómeno ha traído consigo un incremento interanual del 64 % en la migración irregular de Rusia hacia el país, según datos oficiales.
Tapachula, la primera parada del éxodo ruso
En la frontera sur de México, en la ciudad de Tapachula, historias como la de Tajir resaltan los desafíos y esperanzas de los migrantes rusos. Tajir, un exmiembro de las Fuerzas Especiales de Rusia, decidió huir para evitar combatir en la guerra contra Ucrania.
“Serví en las fuerzas especiales hace 14 años y no quiero participar en una guerra injusta. Ucrania defiende su territorio, y no quiero cargar con ese peso en mi conciencia”, narró a EFE mientras canta en las calles para sobrevivir.
Con un español básico y su pasión por la música, Tajir lucha por establecerse en México. A pesar de haber solicitado apoyo a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), su petición fue rechazada, reflejando los retos burocráticos que enfrentan muchos migrantes en el país.
Aumento de refugiados LGBTI: Un fenómeno creciente
Mientras algunos huyen de la guerra, otros migrantes rusos buscan escapar de la opresión por su orientación sexual. Cristian Andrade, consultor de Casa Frida, una organización que acoge a personas LGBTI, destaca un incremento exponencial de migrantes rusos desde 2022.
«Antes recibíamos una o dos personas al año; ahora llegan una o dos al mes. Esto es resultado del aumento de la violencia y la represión en Rusia», explica Andrade.
La situación es alarmante: en Rusia, las políticas anti-LGBTI de Putin han creado un ambiente hostil, obligando a muchas personas a buscar refugio en México, donde encuentran en Casa Frida un lugar seguro para reiniciar sus vidas.
“Mi corazón pertenece a México”: Historias de integración
Entre los testimonios más esperanzadores está el de Anatoly, un migrante ruso que llegó a México a finales de 2022. Tras un tiempo como usuario en Casa Frida, ahora trabaja como traductor voluntario, ha obtenido su visa de residente temporal y se siente más mexicano que ruso.
“Dentro de cinco años espero una vida más interesante y un pasaporte mexicano en mi bolsillo. Ya me siento un poco chilango”, comenta Anatoly entre risas, demostrando cómo algunos migrantes logran superar barreras culturales y establecerse en el país.
México como país de tránsito y destino
Aunque para muchos migrantes rusos México es un lugar de tránsito hacia Estados Unidos, las historias de personas como Anatoly y Tajir muestran que el país también puede ser un destino definitivo. La complejidad de la migración internacional ha llevado a México a ser un punto clave para aquellos que buscan escapar de conflictos armados o persecuciones sociales.
México, un refugio con retos
El aumento de migrantes rusos en México es una muestra de cómo los conflictos globales y las políticas represivas generan nuevos flujos migratorios. Aunque el país ofrece oportunidades, también enfrenta desafíos para garantizar los derechos humanos de quienes buscan un nuevo comienzo.
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