La muerte que reavivó las dudas tras el asesinato del alcalde de Uruapan
El caso del homicidio del alcalde independiente de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, sigue generando conmoción y sospechas. Lo que parecía una respuesta inmediata de las autoridades al abatir al presunto asesino, ahora se convirtió en un nuevo foco de investigación para el gobierno de Michoacán y la Fiscalía General del Estado (FGE).
Víctor Manuel Ubaldo Vidales, de apenas 17 años, fue identificado como el autor de los disparos que terminaron con la vida del presidente municipal durante los festejos del Día de Muertos, en pleno centro de Uruapan. Sin embargo, su muerte, ocurrida minutos después de ser detenido, abrió más preguntas que respuestas.
El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla confirmó que se investiga por qué el joven fue abatido cuando ya se encontraba bajo custodia. “Se está investigando también por qué el abatimiento en el lugar del homicida, porque el homicida lo detienen, momentos después hay un forcejeo y hay un solo disparo que lo abate”, declaró.
Un operativo con 22 elementos de seguridad que no pudo evitar el ataque
Durante la conferencia de prensa, Ramírez Bedolla subrayó que, al momento del atentado, el alcalde contaba con un esquema de seguridad conformado por ocho escoltas personales y 14 elementos de la Guardia Nacional. Pese a esa protección, el agresor logró acercarse lo suficiente para disparar seis veces contra Carlos Manzo Rodríguez, según los peritajes de la FGE.
El gobernador detalló que el equipo de seguridad fue elegido directamente por el alcalde y que el segundo círculo de vigilancia estaba a cargo de la Guardia Nacional. “Se está revisando pericialmente qué fue lo que ocurrió para que se distrajera o flexibilizara su círculo de seguridad”, dijo.
Las incógnitas sobre el abatimiento del joven agresor
Lo que ha encendido las alarmas es que, según la primera versión oficial, el joven Víctor Manuel fue detenido en el lugar del ataque. Sin embargo, poco después se reportó que había sido abatido tras un forcejeo con los agentes.
La FGE de Michoacán busca esclarecer si el uso de la fuerza fue justificado o si hubo irregularidades en el procedimiento de detención. El gobernador enfatizó que “no se descarta ninguna línea de investigación” y que el caso se está tratando con total seriedad.
Quién era el joven señalado como asesino
De acuerdo con la Fiscalía, Víctor Manuel Ubaldo era originario de Paracho, una comunidad cercana a Uruapan. Tenía antecedentes de consumo de drogas sintéticas y había desaparecido de su domicilio al menos ocho días antes del crimen.
Los peritajes confirmaron que fue él quien disparó seis veces contra el alcalde, basándose en los resultados de la prueba de rodizonato de sodio, que detecta residuos de pólvora en las manos. Su familia reclamó el cuerpo, lo que permitió confirmar su identidad oficialmente.
Una investigación con varias líneas abiertas
Ramírez Bedolla destacó que entre las líneas de investigación más importantes está determinar qué célula del crimen organizado estuvo detrás del atentado y por qué se decidió ejecutarlo en un evento público, frente a cientos de asistentes, justo después de que el alcalde diera un mensaje junto a su esposa e hijo.
“La motivación del homicidio es muy importante, así como haber identificado al homicida, que es menor de edad”, subrayó el mandatario estatal.
La FGE, en coordinación con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y áreas de inteligencia federal, continúa recabando testimonios, videos y peritajes que permitan entender tanto el atentado como el posterior abatimiento del menor.
El clima de violencia en Michoacán y el desafío de la seguridad local
El asesinato de Carlos Manzo y la muerte del joven agresor se suman a una larga lista de hechos violentos que han golpeado a Michoacán en los últimos años, especialmente en municipios donde confluyen intereses criminales, disputas políticas y presencia de grupos armados.
Uruapan, una de las ciudades más pobladas e importantes del estado, ha sido escenario constante de enfrentamientos, ejecuciones y amenazas a figuras políticas. Este crimen, ocurrido en una de las fechas más simbólicas para la región, profundiza la percepción de vulnerabilidad entre la población.
Un caso que marcará un precedente
La investigación sobre el abatimiento del joven Víctor Manuel Ubaldo podría marcar un antes y un después en el manejo de operativos de seguridad y detenciones en Michoacán. Si se demuestra un uso excesivo de la fuerza, el caso podría derivar en sanciones a elementos estatales y federales, además de replantear los protocolos de actuación.
Mientras tanto, la familia del alcalde Carlos Manzo exige justicia y transparencia, al igual que los habitantes de Uruapan, quienes aún no logran entender cómo, rodeado de más de 20 agentes, el edil fue asesinado en cuestión de segundos frente a todos.
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